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El invento de Lugones que protege a los mecánicos

Sevi patenta un sistema para hacer seguros los fosos de los talleres, que han colocado por toda España, en Francia y en Marruecos

Francisco Vigón, junto al sistema de protección de fosos mecánicos. A. F. V.

De Lugones al mundo. Esto es lo que ha conseguido la empresa de construcciones metálicas Sevi con su sistema de protección de fosos de mecánicos, un invento que patentó en 2010 y que ya ha instalado por toda España, en Francia y en Marruecos. "Podríamos venderlo por todo el mundo porque recibimos encargos de todas partes, pero ahora mismo no podemos hacer frente a esa demanda", explican responsables de la empresa.

El invento de la firma lugonense consiste, de forma simplificada, en una serie de planchas retráctiles de aluminio que permiten abrir de forma parcial o total el foso de los mecánicos, lugar en el que se concentran buena parte de los accidentes laborales en el sector de la automoción.

"Es un prototipo diseñado, fabricado, distribuido y comercializado íntegramente por nosotros", presume Francisco Vigón, el frente de la firma lugonense, que ya ha colocado más de 300 de estos dispositivos. Y podrían ser más. Porque, tal y como reconoce Vigón, a diario reciben consultas de todas las partes del mundo interesándose por sus servicios. "El problema es que no podemos satisfacer esas demandas. No es fácil para nosotros", lamenta el empresario, que en los próximos días tendrá que destinar a algunos trabajadores a País Vasco y a La Rioja para colocar estos sistemas.

También porque reconoce que no están exprimiendo al máximo las posibilidades comerciales de un producto "único en el mundo y muy eficaz". "Somos nosotros mismos los que lo comercializamos y no vamos a ferias ni a grandes eventos en los que quizás podríamos promocionarlo más", afirma Vigón.

Lo que sí han conseguido es cruzar los Pirineos y cruzar el Estrecho de Gibraltar. Sevi ha llevado este sistema de protección a Francia y a varias localidades de Marruecos. En el caso del país norafricano lo han hecho de la mano de la empresa de autobuses Alsa, que es la que la ha abierto la puerta a ciudades como Marrakech y Agadir. "Nos hace estar muy orgullosos", reconocen los lugonenses.

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