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El pasado es el tesoro de Villabona

"Aquí hay muy buena gente", destacan tres de los once vecinos mayores de la localidad homenajeados por su aportación

José Manuel Fernández ("Guti"), Alfredo Granda y Luis Fernández, ayer, en el local de la Asociación de Vecinos de Villabona. A. F. V.

Hubo un tiempo en el que en la estación de tren de Villabona se apeaban más viajeros de los que marchaban. Una época en la que la localidad era uno de los principales nudos ferroviarios de la región y uno de enclaves mineros más destacados de la zona central asturiana. José Ramón Fernández Gutiérrez "Guti", Alfredo Granda y Luis Fernández son algunos de aquellos viajeros que se apearon una vez en la localidad y nunca más se fueron. Mañana, junto a otros siete vecinos, serán protagonistas en el homenaje a los mayores que organiza la asociación de vecinos.

Como toda buena historia, la de Alfredo Granda con Villabona empezó por casualidad. Nacido en Arriondas, en el año 1957 emigró a Guatemala. Allí, donde empezó a trabajar como mayordomo, fue prosperando hasta ser el administrador de una azucarera, "la mayor del país".

La inestabilidad política de los años 80 en Centroamérica le hizo regresar a España en 1982. "Entonces queríamos comprar una casería. Pensamos en Arriondas pero una inmobiliaria nos enseñó una de Villabona que nos gustó y aquí nos quedamos", explica sobre su llegada a la localidad. "No me arrepiento. Todo lo contrario. Tiene una ubicación perfecta y hay muy buen trato con los vecinos. Estoy más que agradecido", dice de sus 37 años como llanerense.

"Es que hay muy buena gente", prosigue, a su lado, Luis Fernández, otro "asimilado", que conoció Villabona hace más de medio siglo de la mano de su hermana. "Tenía un bar-tienda y venía a verla", recuerda del negocio de su hermana, Maruja Fernández.

De aquellos tiempos, en los que Villabona era un hervidero, Fernández guarda muchos recuerdos. "Todos buenos", enfatiza de una época en la que la localidad llegó a tener casi 2.000 habitantes. Hoy sólo quedan 220. En toda la parroquia de Villardeveyo son 639 vecinos.

En la Llanera de mediados del siglo pasado, Villabona tenía dos principales motores económicos: La Renfe, con un centenar de trabajadores, y la minería, que daba sustento a más de 200 familias. José Ramón Fernández Gutiérrez "Guti", fue uno de los que llegaron buscando un futuro mejor, en su caso desde la llanerense parroquia de Santa Cruz, y lo encontró en ésta última.

"Aún me acuerdo de cuando fui con un cuñado mío a la mina y cuando me mandaron a hacer el reconocimiento. Desde aquella hasta hoy, muy contento y encantado", rememora de unos tiempos que mañana recordarán con los suyos en el restaura nte Royal.

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