Al entrar por la puerta de la plaza cubierta de Pola de Siero, lo primero que se ve es a Francisco Delgado poniendo caras con su hija Sara. Acaban de llegar a la feria "Mercapeques", aún queda mucha energía por gastar y lo harán en familia: "Claro que vamos a jugar con ellos", asevera Delgado, acompañado de otro amigo y su hijo.
Ellos vienen de Oviedo, otros de Gijón, Avilés o de otros puntos del concejo de Siero, pero todos coinciden en algo: "Llevamos toda la semana con los niños en casa y esta es una buena opción contra la lluvia. Necesitamos que los pequeños se cansen un poco".
Al final, parece que muchos de los padres de Asturias pensaron igual y acabaron en la Pola. Por la plaza, según explican los organizadores, "llegaron a pasar unas 2.000 personas en un solo día".
Las actividades fueron múltiples, desde talleres de alfarería, cocina, lamparas de lava o pompas, pasando por espectáculos de magia y música, hasta una gran chocolatada como fin de fiesta.
Precisamente, el taller de pompas organizado durante la mañana de ayer fue uno de los que más atrajo la atención: "Le encantan, vinimos expresamente por eso, desde Oviedo", subraya Daniel Valdés, con su pequeña Eva -a punto de cumplir los tres años- en sus brazos. Ella prefiere no hablar, "es un poco vergonzosa", pero se mantiene encantada sosteniendo un globo.
Una escena enternecedora, entre padres e hijos que se repite en cada esquina de la plaza. "Es sorprendente que en otras ferias los dejan más a su bola pero, aquí, los mayores suelen implicarse mucho con los pequeños", comenta Belén García, miembro de la organización.