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Noreña para mayores

"El hogar del pensionista está cargado de optimismo", destaca la Alcaldesa durante el homenaje a cuatro veteranas socias

Noreña para mayores A. I.

"Esto es una gloria", se repetían unas a otras las veteranas homenajeadas ayer en Noreña. El hotel Cristina se llenó para rendir honores a cuatro ilustres socias del hogar del pensionista de Noreña. Una jornada cargada de emociones, en el que todos quisieron poner en valor la importancia de la institución en la vida local. "Es un entorno cargado de optimismo, un verdadero lazo de unión", apuntó la alcaldesa, Amparo Antuña durante su discurso. La miraban encantadas las cuatro protagonistas de la jornada, Luci Blanco, Violeta García, Mari Luz Fanjul y Celia Martínez, de 85, 86, 92 y 86 años respectivamente.

Las describió una por una y con mucho cariño la presidenta de la institución, Rosamari Noval. De Blanco, destacó su trabajo como chacinera en la juventud, por tradición materna y su participación "en todas las actividades que se organizan en la villa de sus amores".

"Representa el esfuerzo y el buen humor", señaló sobre García, madre de diez hijos a los que crió, antes de convertirse "en una amena tertuliana en el bar que regenta uno de sus hijos". Sobre Fanjul, destacó su pertenencia a la conocida saga familiar, "una de las más numerosas de Noreña". A su vez, hizo hincapié en "el cariño que le tienen todos los vecinos de la localidad".

Por último, respecto a Martínez -ovetense de nacimiento- puso en valor su cometido como madre de una familia numerosa, su sentido de la amistad y el compañerismo: "No perdona un sábado de vermú por la Villa", comentó Noval ante la carcajada generalizada. Las premiadas aprovecharon para hacer su propia tertulia, recordando vivencias en el Hogar. "Ésta es la mejor al parchís", decía García de Blanco, antes de bromear sobre la lotería. "Hacemos las trampas que podemos", concluyó con risa festiva.

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