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Acaba sangrando tras una trifulca con los clientes de una terraza que cerraba el paso a su coche

El vermú en Muñó acabó con unas gotas de sangre tras un forcejeo que se juzgó ayer en Siero. Un hombre de mediana edad trataba de pasar por una calle con su coche; sin embargo, la terraza de un bar y otros vehículos se lo impedían. Acabó por rayar el retrovisor del vehículo con la pared y, tras reprender a los que estaban sentados en la terraza, hubo un forcejeo. Todo finalizó con él sangrando por la nariz. Ahora, el fiscal pide multas de 320 y 240 euros e indemnizaciones de 560 y 63 para los dos acusados de la agresión. Según el denunciante, los coches se encontraban aparcados limitando el paso, así como la terraza. Tras golpear el retrovisor, se puso a dialogar con dos personas del establecimiento cuando, de repente, uno de ellos trató de sacarlo del coche por la ventana, mientras el otro le agarró, rompiéndole la camiseta y golpeándole con la parte metálica de la ventanilla.

Por su parte, los acusados defienden que simplemente se defendieron. "El hombre dijo que iba a llamar a la Guardia Civil por los daños en su coche, se le cayó el móvil al suelo, mi compañero fue a dárselo y le cogió por el 'niqui'. Entonces se enzarzaron y fui a separarles", comentó uno de ellos al juez. La fiscalía ve pruebas de la agresión y ha solicitado su condena.

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