"Sólo pedimos trabajar en nuestro sitio de siempre, el resto de mercados en Asturias ya funcionan como siempre menos el de Grado", señaló, ayer, Patricio Vargas, uno de los vendedores ambulantes de textil y calzado del mercado de Grado que ayer se concentraron delante del Ayuntamiento para protestar por la reordenación de los puestos que prevé el Consistorio moscón. De hecho, ayer mismo, se dictó una providencia municipal mediante la que los vendedores deberán solicitar una licencia de venta ambulante en el plazo de 10 días "dado que no resulta posible que el mercado se siga desarrollando como sucedía antes de la crisis del covid-19".
Un anuncio municipal que los ambulantes reciben como una amenaza, afirmó Santiago Adanez, uno de los afectados. El grupo de vendedores de textil y calzado se niegan a ubicarse en la calle Asturias y la zona del Palmeral, tal y como les propuso el Ayuntamiento para concentrar los puestos agroalimentarios en el centro del mercado. Alegan que llevan, en muchos casos, 40 años en el mismo sitio, adonde los clientes van directamente a comprar. Además, defienden que comerciantes y hosteleros apoyan su reivindicación y creen que si ellos dejan Grado, el mercado perderá todo su esplendor.
"Entendemos perfectamente que el Ayuntamiento se haya propuesto una reestructuración para que los puestos de alimentación queden en una misma zona pero con lo que de ningún modo podemos estar a favor es con el modo en el que se ha ninguneado al resto de sectores", argumenta la plataforma sindical de venta ambulante de Asturias, que preside Manuel Gabarri, quien señala que el equipo de gobierno de IU en Grado muestra un talante "autoritario y con poca voluntad política".
De ahí que el colectivo que integra a los vendedores ambulantes haya contactado con la dirección de IU Asturias en busca de su mediación con las autoridades municipales. "Vamos a conseguir nuestro sitio cueste lo que cueste, no dejaremos que nos discriminen", añadió Adanez.
Los vendedores se niegan a instalar sus puestos de manera provisional en El Charcón como les propuso el Consistorio y no venderán en Grado hasta no obtener sus lugares habituales de venta. Una postura que choca con la decisión municipal de reorganizar el mercado para cumplir con la resolución autonómica con medidas urgentes de prevención ante el covid-19. Los ambulantes insisten: "No pedimos nada fuera de lo normal, sólo que todos los vendedores conserven su puesto de trabajo".
