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La despedida que dejó escrita Juan Camino: "Ya no nos veremos más, pero recordadme"

El exconcejal de Siero, conocedor de lo grave de su enfermedad, dejó por escrito sus enseñanzas de vida

Juan Camino. F.T.

El exconcejal de Siero Juan Camino, fallecido el viernes, decidió dejar escrita su despedida póstuma cuando conoció la enfermedad que sufría, hace dos años. Su familia ha querido agradecer las muestras de cariño recibidas y hacer públicas sus reflexiones, toda una lección de fortaleza y lucha del exedil, cuya pérdida se ha sentido mucho en el concejo.

"Ante la multitud de muestras de cariño que hemos recibido, nos gustaría agradecer las mismas a todas aquellas personas que en algún momento de su vida compartieron momentos con él. Nos hubiese gustado cumplir su deseo de que todos los que lo conocían y apreciaban pudiesen acercarse a acompañarlo, pero las circunstancias sanitarias actuales lo han hecho imposible. Queremos compartir las palabras que escribió cuando fue consciente de su enfermedad, y que transcribimos a continuación, dado que resumen completamente como fue en vida. Como él decía “ante todo hay que ser paisano”", indica su familia. Las que siguen son sus propias reflexiones.

Sus reflexiones

"Desde hoy empieza la cuenta atrás de mi vida.

La iré escribiendo con pena y dolor, pero sin lágrimas.

Como soy optimista y siempre pienso en positivo creo que lo voy a superar y voy a vivir el día día con las limitaciones que tenga pero plenamente.

Un paso atrás ni para tomar impulso.

Dentro de lo que puedan, mi familia y amigos, quiero que el día de mi entierro sea un día alegre y feliz para ellos, porque si hay algo más allá, les recordaré en todo momento con el gran cariño que les tengo a todos, muy especialmente a las más pequeñinas.

La vida es breve, hay que vivirla, y dejar que la vivan los demás.

Hacer el bien siempre.

Favores, todos los posibles.

Envidia, nunca.

Desear el mal, jamás a nadie.

No he tenido infancia y no lo lamento.

Juan Camino. | LNE

Me tocó trabajar muy duro desde los 7 u 8 años, y lo sigo haciendo a los 75 encantado.

Todas las metas que me he propuesto las he conseguido.

A mi manera he sido feliz.

¿Quién es feliz en todo?

Me quedan cosas por hacer, muchas.

Habría hecho cosas distintas, sí, bastantes.

Me arrepiento de no haberlas hecho, algunas, un poco, pero...

Me ha podido siempre la responsabilidad.

Si he sido buena persona, buen esposo, buen padre y buen abuelo, no lo tengo que decir yo, y no lo diré, claro.

Si me dieran a elegir haber vivido otra vida, pues seguro que algunas cosas no las repetiría, pero quién acierta en todo a la primera. Nadie.

No lloréis mucho. Todos tenemos que morir. Es duro, pero es así. Yo me voy muy satisfecho de mi paso por este mundo. He hecho todo lo que podido por mi familia y por los demás. En una palabra, con el deber cumplido.

Ya sabéis mi epitafio: “Al fin descansó”.

Y parafraseando al gran Groucho Marx: “Perdonad que no me levante”

Ya no nos veremos más. Pero eso sí, en todo momento y lugar, recordadme".

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