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La reforma de la iglesia de la Pola, pendiente de tramitación

“No es algo urgente”, subraya el párroco sobre los arreglos del tejado, la torre y la fachada, previstos para inicios de 2021

La iglesia de San Pedro, en Pola de Siero. | A. I.

La iglesia parroquial de San Pedro, en Pola de Siero, está pendiente de que el Arzobispado lleve a cabo la tramitación del proyecto de reforma. Este quedó redactado con el anterior párroco, Juan Manuel Hevia, e incluía actuaciones en el tejado, la fachada, los canalones y la torre en la que no están las campanas. Antes de que llegara la pandemia, la idea era que las obras pudieran comenzar a principios de 2021. Sin embargo, el trabajo se ha retrasado. En todo caso, el actual párroco, Fermín Riaño, subraya que “no es algo urgente, dada la situación que vive el mundo y tampoco se podría hacer en estos momentos”.

El proyecto para los arreglos está en manos del Arzobispado y a él deben solicitarse los permisos, además de pedir ofertas a empresas que puedan llevar a cabo las actuaciones. Esta tramitación está retrasando las mejoras en la iglesia.

Riaño explica que los trabajos se centrarían en arreglar parte del tejado, “que quedó sin hacer”. Y agrega que existe una cierta “problemática” con la torre que no alberga las campanas, en la que sería necesario “reparar una serie de elementos”.

La cosa no acaba ahí. En estos momentos el templo no tiene canalones útiles, al haber caído. A esto habría que añadir algunos retoques en la fachada “y algo más que una mano de pintura en los laterales”.

Una intervención importante que, en todo caso, Riaño no considera urgente. “En estos momentos no puede ser una prioridad, con la pandemia, porque también tendríamos que mirar en qué condiciones estaríamos para seguir usando la iglesia durante la obra”, indica el párroco.

Esta situación se la encontró a su llegada a la capital sierense después de tres décadas como misionero en Tailandia. Fue hace un par de meses cuando por fin se estrenó en el cargo, sustituyendo a Hevia –quien se encargó de supervisar la redacción del proyecto–, que ahora está en Colloto.

Por el momento, según explica, “no hemos recibido respuesta del Arzobispado”. Las restricciones para evitar la propagación del covid-19 también complican la celebración de un encuentro entre Riaño y los responsables católicos asturianos para tratar de este tema y otros.

Por el momento, la actividad en el templo de la Pola continúa bajo los parámetros establecidos desde que empezó la pandemia. Los feligreses acudieron ayer a la iglesia para oír misa y después regresaron a casa con normalidad.

Una vez el Arzobispado apruebe el inicio de los trabajos, habrá que ver en cuánto queda el aforo, si es que se acometen mientras sigan las restricciones. Por el momento, y ajenos a las reformas que están por venir, los fieles siguen acudiendo a los oficios.

La historia de la iglesia de San Pedro de Pola de Siero se remonta al año XIX. En 1801 se empezó a buscar la financiación para la obra y la primera piedra se colocó en 1805. Los trabajos, ralentizados por problemas económicos, no terminaron hasta 1842, y la inauguración no fue hasta 1845. En 1867 se hizo necesaria una reforma, por riesgo de derrumbe, que duró hasta 1870.

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