Las cigüeñas ya están en sus nidos habituales del centro de Asturias, en Noreña y Meres. Más madrugadoras que nunca: “Cada vez llegan más pronto”, avisan los expertos, sorprendidos de que las aves hayan llegado casi un mes antes de lo que lo hicieron en 2020. Entonces, no se las vio en Noreña hasta febrero. Sin embargo, esta vez aparecieron el pasado sábado. En Meres, por su parte, el primer ejemplar ya se instaló en noviembre, casi 30 días antes que el año previo, algo que los expertos atribuyen al cambio climático.
Los que observan a estas aves en Meres (Siero) y Noreña han sido testigos de cómo en solo cuatro años han pasado de llegar a principios de enero, a hacerlo un mes antes, en los primeros días de diciembre y ahora incluso en noviembre. Así ha sucedido este año en concejo sierense.
Suele ser el macho el que llega antes; desde África, donde pasan el invierno lejos del frío. Cuando mejora la temperatura, buscan sitio para aumentar su familia y así recalan en la Península Ibérica.
El macho va haciendo el nido y este año, la familia que suele instalarse en Meres y Noreña lleva ya dos meses de faena. Según contaba el experto Enrique Pascual, comenzaron a llegar a Asturias “hace unos quince años”. Antes, solían optar por la meseta leonesa y, como mucho, “podíamos encontrar en el Principado alguna que ponía su nido en el Puerto de Somiedo”.
Pascual, como cada año, ha estado atento a su llegada al nido de Meres –junto a la capilla de la Virgen de la Cabeza– y cada vez las recibe un poco antes. “Hace unos años solían llegar a finales de enero, por San Blas. Ahora ya estamos hablando de los cuatro primeros días de diciembre”. Algo parecido pasa en Noreña, donde Félix Gómez, quien las sigue y fotografía allí, la vio aparecer el pasado sábado.
