Espectacular incendio en Llanera al arder toneladas de residuos en una nave de reciclaje

Una gigantesca columna de humo fue visible a kilómetros de distancia y desde la autopista y alarmó a los vecinos de Lugones y de La Fresneda

Los bomberos, en plena lucha contra el fuego en la planta de reciclaje de Fonciello (Llanera). | Irma Collín

Los bomberos, en plena lucha contra el fuego en la planta de reciclaje de Fonciello (Llanera). | Irma Collín / A. ILLESCAS

Un terrible incendio asoló ayer una nave de reciclaje de residuos en Llanera. Unos fardos de revistas de papel y de cajas de cartón ubicadas en el patio exterior de la empresa “Marepa”, con sede en Fonciello, fueron el punto de origen de las llamas –cuyas causas se desconocían al cierre de esta edición– que rápidamente ocasionaron una gigantesca columna de humo, visible a varios kilómetros de distancia. Según explicaba ayer uno de los empleados, dos de sus compañeros sufrieron quemaduras leves. Sin embargo, el servicio de ambulancias Transinsa solo tiene constancia de un atendido, en el centro de salud de Lugones. Aún es pronto para contabilizar los daños materiales, pero, en principio, la nave de la compañía no se calcinó completamente, si bien tuvo alguna afectación, tal y como confirmaron los bomberos.

El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) recibió el aviso pasadas las tres de la tarde. Una columna de humo negro inmensa se cernía ya, a esas horas, sobre las próximas localidades de La Fresneda y Lugones. El despliegue de medios fue inmenso. Una treintena de bomberos llegados de La Morgal, Oviedo, Avilés, Pravia, Villaviciosa y San Martín del Rey Aurelio acudieron a las instalaciones de “Marepa”. También se presentaron en el lugar agentes de la Policía Local de Siero y de la Guardia Civil, que colaboraron en controlar el tráfico lento y a los curiosos que se acercaban.

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Irma Collín

Pasadas dos horas, el humo comenzó a ser menos denso y la intensidad del fuego parecía calmarse, aunque un cambio en la dirección del viento amenazó la seguridad de los núcleos poblaciones próximos.

En ese momento, compareció el Jefe de Área de Bomberos, Francisco Barreñada. Explicó que, cuando llegaron, “el incendio estaba bastante desarrollado”. El problema, “el enorme poder calorífico del papel que se estaba quemando, que provocaba esa importante humareda”. El calor generado incluso fue percibido por los conductores que pasaban por la autopista “Y”, situada a 800 metros.

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SEPA

Para tratar de revertir la situación, los Bomberos formaron un “un carrusel” con sus vehículos para regar toda la zona y lograr enfriarla. El objetivo era que “la cosa quedase ahí”. Algo que, puntualizó, “suena muy rápido, pero va a llevar tiempo”. No se descartaba incluso que no fuera posible apagar el fuego en la jornada de ayer, aunque s´´i fue controlado. Sobre lo que no adelantó conclusiones fue sobre las causas de las llamas. “Nosotros no entramos en la investigación”, zanjó.

Los que vivieron los instantes iniciales del fuego aún tenían el susto en el cuerpo. Especialmente llamativo era el testimonio de uno de los trabajadores de “Marepa”, Juan Carlos Martín, que estaba comiendo a pocos metros y volvió corriendo al enterarse. “Vine como un loco y me encontré esta movida. Aún estoy temblando, a ver qué va a pasar ahora”, dijo. Según su testimonio, “había tres personas en el interior de la empresa cuando se inició el siniestro, el jefe y dos compañeros”.

Dos de ellos resultaron heridos con quemaduras “y el otro los llevó en coche a que les atendieran”. Este extremo no ha sido confirmado por los servicios sanitarios, a los que solo les consta que un trabajador fue atendido en el centro de salud de Lugones con quemaduras en el brazo.

Más allá de eso, Juan Carlos Martín se mostraba preocupado por el futuro, tras 14 años trabajando en la compañía, “que es de FCC, de las Koplowitz, desde hace unos años”. Lo que no tenía claro eran las posibles causas del incendio, “que se originó en unas cajas de cartón de frutas y unos fardos de revistas”.

También se mostraban asustados los vecinos de la zona, como David Fernández, residente en la zona alta de La Fresneda, muy próxima al fuego: “Fue muy impactante, vinimos asustados a ver lo que pasaba”.

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