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Carlos Fernández Coto: “Asturias necesita buscar una utilidad del siglo XXI al hórreo”

El presidente de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural Gallego aboga en Candás por los usos residenciales y turísticos

Carlos Fernández Coto, en Candás. | B. G.

Las Jornadas del Hórreo Asturiano han reunido en Candás a expertos llegados desde todas las comunidades en las que los graneros elevados tienen presencia. Es decir, toda la zona norte española y también Portugal. Una de las aportaciones interesantes al debate y de las voces más autorizadas ha sido la del gallego Carlos Fernández Coto, con una extensa carrera en el estudio del hórreo que le ha llevado a presidir en la actualidad la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural Gallego.

Un patrimonio, el gallego, cercano a Asturias, por ejemplo con respecto a la figura del hórreo. Después de tres días recorriendo el Principado y estudiando las particularidades de estas construcciones, Fernández lo tiene claro. “En Asturias, con unos 20.000 hórreos, están mucho más avanzados en el tema. Nosotros, teniendo 110.000, estamos en pañales. Esto merece una reflexión que llevaré a Galicia”, señala.

Fernández es el representante de Galicia en la Red Hórrea, promovida desde la Asociación de Amigos del Hórreo Asturiano y formada por estudiosos sobre este elemento arquitectónico de diversos rincones de la Península. Los objetivos son trabajar en nuevos marcos normativos y en lograr a largo plazo el reconocimiento de la Unesco para el hórreo. Algo en lo que es clave la unidad, como reconoce Fernández. “El mundo de los hórreos en la Península se reduce a las áreas húmedas, pero no por eso somos un rincón raro. Los hórreos ocupan un 15% del territorio español y la población en esas áreas es de siete millones de personas. Tenemos un peso y hay que hacerlo ver”, subraya el experto.

Es un momento clave en el reconocimiento de la figura del hórreo. Y en ese momento importante, Fernández incide en luchar por ese patrimonio. “Somos el pueblo que se está juntando. Tenemos que dar el paso, porque si no el patrimonio se viene abajo. No es un camino fácil, necesita muchos documentos, pero es un elemento vivo. Que se mantenga esa transmisión intergeneracional. Hemos de demostrar una estrategia de conservación”, añade Carlos Fernández.

Unas construcciones que trascienden en el presente y que demuestran la pericia de los antepasados, que hace decenas de años y hasta siglos que dejaron un importante legado que, ahora, desde Galicia, Carlos Fernández se empeña en mantener. “Heredamos verdaderos ingenios arquitectónicos. Nuestros ancestros no tenían los medios que tenemos hoy y llegaron a soluciones arquitectónicas impresionantes. Ese patrimonio inmaterial debe transmitirse y el granero elevado es eso. Incluso los más humildes diseños de hórreos tienen un importante componente artístico”, afirma el gallego.

La tipología de los hórreos del Principado, diferente a la de la Galicia natal de Carlos Fernández, hace que la problemática a la hora de articular todo el entramado legal sea mayor. “En Galicia y en Asturias tenemos retos contrapuestos. Asturias necesita buscarle una utilidad del siglo XXI a los hórreos. Y que sea coherente con la configuración arquitectónica del hórreo, respetando la estructura exterior e interior”, recomienda el presidente de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural Gallego respecto a la región.

Debate social

El abanico de posibilidades que se pueden abrir es amplio. “Eso abre usos como el residencial, el turístico o el de almacenaje de otras cosas del siglo XXI. Que ese es el gran problema que tenemos en Galicia. Nuestros hórreos no sirven para acondicionarse como residenciales”, señala Fernández. Para ello, desde la asociación que preside buscan darle una salida de almacenaje a los hórreos de tipología gallega. “Sigo en la idea de almacén. Para eso se hacen trasteros. Para meter las bicicletas, secar la ropa... Eso se puede hacer en el hórreo. La opción que hay en Asturias es más compleja, porque tiene que haber un debate social, cultural y arquitectónico en el que estén implicadas todas las partes, incluida la sociedad. Hay que verlo desde la cultura y que no sea un debate público en el que haya muchas ideas. Es un debate interesante y complejo el de Asturias”, concluye el experto gallego.

El balance de las jornadas relacionadas con el hórreo de Carreño han supuesto un importante éxito y se han convertido en inmejorable escenario para debatir sobre este gran bien patrimonial.

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