El que fuera gerente del Matadero Central de Asturias Junquera Bobes, en Noreña, Marino García Fuente, falleció ayer en Pola de Siero, a los 82 años. “Era un trabajador incansable, de los que levantaron este país. Un orgullo para mí como padre y muy apreciado por todo el mundo, por ser justo y correcto”, recalcaba ayer su hijo, que lleva su mismo nombre.

Nacido en la localidad de La Tabierna, en Riaño (Langreo), estudió perito mercantil y empezó a trabajar “muy joven”. En aquella época “incluso daba clases a los chavales en casa”. Comenzó desempeñándose en la firma Subesa S. L., hasta que tuvo la oportunidad de ser gerente en Junquera Bobes. “Allí desarrolló casi toda su vida profesional, hasta la jubilación. Fue la mejor época de la empresa, su expansión, facturando casi 40 millones anuales. Se iba a las cuatro de la mañana y volvía a las nueve de la noche”, recuerda su hijo.