Cuando Pedro Sánchez fue alcalde de Nava

La muerte de su viuda, María Milagros Vega, a los 104 años, rescata la figura del insigne llagareru y exregidor del concejo

Maruja Vega, con su bisnieto Galo García. | LNE

Maruja Vega, con su bisnieto Galo García. | LNE / José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Pedro Sánchez hay más que uno. En Nava, muchísimo antes que al presidente del gobierno, tal nombre remitía al exalcalde e insigne llagareru que, junto a sus hermanos, corchó durante décadas una de las sidras más prestigiosas de Asturias. El fallecimiento esta misma semana de su viuda, María Milagros (Maruja) Vega Cocina, a los 104 años de edad, rescata de la memoria una figura clave del sector sidrero local y regional de la segunda mitad del siglo XX.

La actividad llagarera de Pedro Sánchez es más conocida que su trayectoria política en el Ayuntamiento de Nava, donde fue concejal y alcalde hace más de setenta años. En concreto, en la actas plenarias del Consistorio aparece como «alcalde accidental» en el mes de julio de 1949, sustituyendo definitivamente en el cargo a Senén Menéndez Llerandi en diciembre de ese mismo año. El llagareru ostentaría el bastón de mando hasta el 23 de mayo de 1951, cuando en los libros municipales ya figura al frente de la Corporación naveta José Fernández Quesada, predecesor de Segundo Pérez Carbajal.

En lo que se refiere a la más asturiana de las bebidas, Sidra Sánchez, que llegó a tener dos llagares en Nava, uno en la calle La Vega y el otro en La Riega (donde hoy regentan otros negocios sus sucesores), fue fundada hacia 1915 por José Sánchez, padre de Pedro, Galo, Hugo y Gil, todos ellos expertos llagareros. De la mano del patriarca y de sus hijos, esta marca naveta, desaparecida del mercado hace ya varios años, fue alcanzando un enorme prestigio en toda Asturias, al punto de que Manuel Fernández Avello incluyó en su diccionario sidrero la expresión «ye de Sánchez» como distintivo de la máxima calidad en la materia.

Cuando Pedro Sánchez fue alcalde de Nava

Pedro Sánchez. | LNE / José A. Ordóñez

Además de en otros puntos de la región donde era muy demandada, la sidra de Sánchez podía degustarse en el establecimiento hostelero que la familia regentaba en la villa naveta y que, posteriormente, tendría al frente al popular José Puente, «el Ferrerón». Los más veteranos recuerdan que Casa Sánchez era cita obligada para todos los aficionados a la buena sidra, algunos de los cuales se desplazaban en el tren de Económicos a Nava desde Oviedo, Gijón o Pola de Siero exclusivamente para degustar sus afamados culetes.

Pedro Sánchez murió en su casa de Nava el día 2 de enero de 2005, a los noventa años de edad. Hace una semana fallecía su viuda a los 104 años, confortada por el cariño de una numerosa descendencia. Con Maruja Vega Cocina, una mujer de gran bondad y muy querida por todos sus vecinos, se pasa otra página de la historia de Nava, su sidra y sus gentes.

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