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Cronista de Noreña

Una vez al añu, nun fai dañu

Una invitación a disfrutar de la fiesta

Ya estamos inmersos en las jornadas gastronómicas del picadillo de Noreña. Sabemos que este producto es la base del chorizo, pero algo cambia por estas fechas para la mezcla, que no será embutida en calceta, pues se presenta mucho más menuda, bien picada y más picantuela. Hay auténticos/as especialistas en ello y lo prueban en crudo una vez reposado, al mejor estilo de la matanza casera cuando tras amasarlo bien en la artesa lo cataban y, tras el visto bueno, colocaban un diente de ajo en cada esquina y otro en el centro; incluso había alguna oración por el medio para apartar los malos espíritus que mandasen al traste lo que tanto trabajo costó elaborar.

Esta fiesta comenzó en los años sesenta siendo una celebración gremial. Los fabricantes cárnicos y chacineros aportaban productos, se juntaban las familias y los trabajadores, primero en el salón de baile de la confitería La Cruz y los últimos años en una nave del matadero Frijunsa y así festejaban a su santo patrón, al evangelista San Marcos, patrono a su vez de los ganaderos de toros de lidia.

Corría el año 1974 cuando el equipo de la sociedad de festejos local que presidía Tino Fombona decide sacar a la calle tan justa celebración que resultó todo un éxito. Desfile de niños con trajes de asturiano, misa con gaita, "carruseles" con zona ferial en Riegos. Fiesta muy concurrida y que los noreñenses disfrutaron. Un gran acierto de Tino y su equipo.

Diez años después, Jesús Álvarez Roces como concejal de festejos añadió a la celebración la denominación del Picadillo que también resultó muy exitosa; siendo Jesús previsor almacenó centenares de kilos por si fuesen necesarios para consumo en la hostelería, pues a propuesta del empresario, regalaban el sabroso picadillo con la consumición del vermú. Si no se vendía ya sería embutido al lunes siguiente, pero vaya si se vendió. Fue una idea que aún pervive en la mayoría de las guías turísticas, pero en realidad tan buena costumbre ya desapareció hace muchos años. Hay gentes que quieren las dos cosas: el "rau y les oreyes". Un producto tan barato, incluso era regalado por los propios carniceros a sus clientes, pero aquí, ahora, de regalar nada de nada y eso que estamos en el pueblo donde más caros se pagan los vinos de casi toda España.

Dos años después, el citado concejal fue cesado del cargo que le habían concedido por apoyar su partido, Alianza Popular, a la candidatura de Aurelio Quirós, continuando con la fiesta unos jóvenes que habíamos colaborado con Jesús, de cuyo grupo se formó en 1988 la Orden del Sabadiego que continuamos en la labor casi treinta años después.

Nuestra invitación es a participar de la fiesta, que ya lo dicen hasta los galenos: "Una vez al añu nun fai dañu". Y cuando lo dicen será cierto. Bienvenidos a la Villa Condal, disfruten de la fiesta, de la siempre cantada hospitalidad noreñense, del picadillo y el sabadiego que no falte. ¡Buen provecho!

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