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Cronista oficial de Noreña

Fiesta en Meres

Alborozo ante la llegada de la celebración que abre el programa de romerías

Ya estamos de nuevo en danza y de paso alegramos la panza, que dice el viejo refranero. Y en Meres la danza nos llega precisamente con las fiestas patronales de la Virgen de la Cabeza, cita anual obligada con encuentro de tantos amigos que disfrutan -incluso con meteorología adversa- de verse en la cada vez más preciosa pradera, estrenando muro de cierre, ayer recomponiendo el viejo hórreo, la impresionante laguna que produce el desbordamiento del río Nora y ojeando la peregrinas cigüeñas que vienen a reproducirse por los humedales del entorno. ¡Cuántos recuerdos de Meres! El puente medieval, que comunicaba Meres con San Juan del Obispo, antaño camino de pescaderos y sus recuas, que transportaban desde Gijón el pescado hacia la meseta, y pasaban por La Paranza, donde existía una importante malatería y cuyos colonos pertenecían al palacio de los Argüelles-Meres

¡Viva Meres!, que da la bienvenida al peregrino que va hasta San Salvador o hasta Santiago, y así figura en los mapas modernos, en las páginas de la prensa, con reseñas hacia el pueblo y más aún cuando Don Jesús, el arzobispo de Oviedo, participa en los actos festivo-religiosos del pueblo.

¡Viva Meres siempre viva! Y hasta pronto, que espero celebrar este fin de semana, víspera en la capital carbayona de la Fiesta de La Balesquida o del martes del bollu, festividad o mejor dicho organización bipolar que anda un poco revuelta con el reparto del bollu; del bollo, que dicen por Avilés, pero en Meres tenemos a la Virgen de la Cabeza que nos protege y abre el programa de romerías en el Principado, nos concede el poder de disfrutar con los amigos de la sidra de Tiñana, del bollu preñau con choricín de Noreña y pan de Muñiz de Colloto, cuya heredera octogenaria, Laurina, falleció hace pocos días.

El abrazo al presidente honorífico de las fiestas, Avelino Fernández, que el pasado viernes celebró junto a su esposa Azucena los 50 años de matrimonio teniendo como testigos a sus 9 hijos, a sus 9 hijos políticos y a sus, de momento, 11 nietos. O sea, celebración en familia. Pues feliz fiesta, amigos.

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