El FAPAS instalará cámaras para identificar a los osos en Redes

Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

El Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) pondrá en marcha el próximo mes la instalación de cámaras fotográficas y la recogida de restos genéticos de plantígrados en el parque de Redes y Ponga, dentro plan de seguimiento y recuperación del oso cantábrico que se inició el pasado año. Las medidas van orientadas a identificar de manera específica los ejemplares que transitan por los montes de la zona. De forma paralela, la organización conservacionista plantará otros 5.500 árboles en Caso y Sobrescobio, principalmente robles y cerezos, para contribuir a la mejora del hábitat de la emblemática especie.

Así lo explicó Roberto Hartasánchez, presidente de FAPAS. «La colocación de cámaras fotográficas es una experiencia que hemos desarrollado en otras partes de Asturias y que ahora queremos trasladar a la zona oriental. Se trata de equipos de disparo automáticos que se colocan en zonas de paso de fauna y que nos permiten tener identificados los ejemplares que transiten por la zona», indicó Hartasánchez. En un principio, se instalarán entre cinco y diez cámaras de este tipo.

Asimismo, los miembros de FAPAS también tienen previsto iniciar en junio la recogida de restos genéticos de osos (pelo principalmente) para analizarlos en el laboratorio, con el objeto de completar la identificación de la población y determinar su procedencia. Este sistema también se ha empleado en otras zonas como Proaza y Somiedo. «Este tipo de estudios permiten identificar a los ejemplares en profundidad, ya que permiten conocer su edad, el área del que proceden y si están emparentados entre si», subrayó Hartasánchez.

Junto a la identificación de los ejemplares, el otro eje del programa de recuperación del oso es la mejora de su hábitat. En una primera fase, el FAPAS ya puso en marcha en la zona de Redes estaciones de polinización, con el objetivo de promover la apicultura de montaña y la generación de frutos silvestres que contribuyan a hacer los montes de la zona más atractivos para las poblaciones oseras,.

También se plantaron árboles frutales en fincas de alta montaña para favorecer la alimentación de los osos. Ahora, la organización conservacionista acometerá la plantación de otros 5.500 robles y cerezos en la zona.