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Silencio, lágrimas y rabia contenida en León

La tragedia, en forma de seis muertos, ha sacudido al pozo Emilio del Valle de Llombera de Gordón

El silencio, las lágrimas y la rabia contenida han dominado la larga espera de familiares, amigos y compañeros de los seis mineros , cinco leoneses y un asturiano, que hoy han perdido la vida por acumulación de metano mientras trabajaban en la séptima planta del pozo Emilio Valle, situado en las inmediaciones de Pola de Gordon (León).

Desde que se conoció la noticia, pasadas las 13:30 horas, de que se había producido un grave accidente minero en este pozo de la empresa Hullera Vasco Leonesa, se fueron acercando hasta la bocamina decenas de amigos y compañeros de los atrapados.

Se trata de la joya de la corona de la Vasco Hullera, objeto de inversiones millonarias, como recordaban hoy trabajadores y sindicalista, y que da empleo a unos 400 trabajadores, 150 de ellos en el turno en el que ha tenido lugar la acumulación de metano que ha acabado con la vida de los mineros.

Tras los primeros momentos de confusión, no tardó en confirmarse que eran seis lo fallecidos con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años y que otros tres habían quedado heridos de gravedad.

La mayoría de ellos eran vecinos de localidades cercanas como Ciñera de Gordón , Robles de Valdecueva, Peradilla o Fontanos, y sólo uno de Pola de Lena, de la vecina Asturias, desde donde acudía a diario a trabajar.

La noticia corrió como la pólvora y poco a poco fueron llegando decenas de compañeros y trabajadores que permanecieron en silencio, las más de las veces, a la espera de que sacaran a los mineros fallecidos.

Entre algunas protestas por la posibilidad de que los recortes hubiesen afectado a la seguridad, los mineros congregados, nerviosos y algunos de ellos con lágrimas en los ojos, vieron llegar a los familiares de sus compañeros fallecidos.

Entre ellos, el presidente del comité de empresa, Marcos Antonio Martínez, que apenas podía relatar y contener el llanto al señalar que aún hay que esperar a la investigación abierta para conocer las causas de la muerte y que las familias estaban destrozadas.

La mayoría de ellos han permanecido en las instalaciones de la mina acompañados por psicólogos hasta que dos furgones procedieron a sacar de la mina los cadáveres de sus compañeros para ser trasladados hasta León, donde se les practicará la autopsia.

Previamente un helicóptero y varias ambulancias habían trasladado hasta el complejo hospitalario de León a los tres heridos, uno de ellos de gravedad.

Mientras, algunos trabajadores de la mina relataban ante las decenas de periodistas que se dieron cita a las puertas de la mina cómo hacía más de medio siglo que no se producía un accidente de estas características en una explotación de la Vasco Hullera Leonesa.

Habría que remontarse a 1957 para encontrar un accidente similar, con siete fallecidos por la inhalación de metano, y a principios de los noventa para encontrar otro accidente minero en León de estas características.

Un compañero de los fallecidos, José Luis Miranda, señalaba con lágrimas en los ojos que conocía a todos los fallecidos, que eran gente con experiencia de más de diez años y que la mina cuenta con medidas de seguridad, pero que una mina es una mina y siempre entrañará riesgos trabajar en la entrañas de la tierra.

Un vecino que nada más enterarse de la muerte de seis personas en un mina de Llombera de Gordón (León), ha acudido al lugar del suceso, Pedro Domínguez, ha lamentado la "mala suerte" de estos mineros, porque "puedes estar siempre en la mina y no pasarte nada".

Las víctimas del accidente ocurrido hoy en la mina en León "eran buenos mineros y era muy buena gente", ha lamentado el representante de USO en la Hullera Vasco-Leonesa, Marco Antonio.

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