La asociación de vecinos de Nuevo Santullano, que preside Manuel García, reclama un plan coordinado por todas las fuerzas de seguridad para solventar los "problemas de convivencia" que sufre la localidad. Piden más patrullas y también la implicación de distintas entidades sociales y culturales para acometer programas que faciliten la integración de todos los vecinos.

El concejo de Mieres tiene unos datos muy buenos en materia de seguridad, por debajo del índice de criminalidad de la región y uno de los más bajos de España. Así lo aseguró el lunes Fidel Castañeda, Jefe de la Comisaría de Mieres, durante la celebración de los Santos Custodios. La Policía Nacional no tiene competencia en Santullano aunque, ante el crecimiento urbano que ha experimentado la zona, ya forma prácticamente parte del casco urbano.

La posibilidad de incluir la localidad en el radio de actuación de la Policía Nacional se ha estudiado en múltiples ocasiones. En 2011, Francisco González Zapico (entonces delegado de Gobierno) ya planteó que en la zona "se da una problemática muy específica" que se deriva de las distintas tipologías de familias que residen en Santullano. Ya entonces se anunció un plan de actuación en el que intervendrían todas las fuerzas de seguridad con presencia en el concejo: Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional.

Manuel García asegura que "nunca se llegó a acometer". Sí hay patrullas de la Guardia Civil, reconoce, pero "no creemos que sean las suficientes". Matiza que no consideran que el problema sea la falta de efectivos, tampoco de la plantilla o los responsables del concejo: "Es un problema más profundo, que requiere la implicación de los dirigentes regionales". "Necesitamos más agentes y no sólo patrullando en coche, los necesitamos en la calle para evitar conflictos como los que suceden actualmente", añadió el responsable regional.

Uno de los últimos altercados terminó con un hostelero en el hospital, después de que dos clientes le golpearan cuando abrió su local. "No hablamos de un caso aislado", reconoció García. El representante vecinal ha acudido, en los últimos cinco años, a seis juntas de seguridad en las que han participado los distintos delegados de Gobierno.

Los conflictos y actos vandálicos no son el único problema al que se enfrenta la localidad, destacaron los responsables de la entidad. La asociación de vecinos busca también apoyo para afrontar otros problemas sociales que han registrado en el barrio durante los últimos años. Es el caso del absentismo escolar: "No queremos que los niños pierdan su oportunidad de estudiar", explicó García. De hecho, el colegio de Santullano cerró sus puertas aún contando con la ratio necesaria para su mantenimiento en el mapa escolar de Asturias. Desde la Consejería de Educación explicaron que el cierre del centro, y el traslado de los alumnos al Prau Llerón de Mieres, estaba destinada a terminar con los casos de absentismo. El Prau Llerón cuenta con servicio de transporte y también de comedor, oferta que mejora las tasas de asistencia.

Pero aún no es suficiente, afirman los vecinos. La asociación reclama la implicación de distintas organizaciones sociales para la puesta en marcha de talleres, actividades y charlas destinadas a la educación de padres y alumnos en la necesidad de escolarizar a los pequeños. Según García, "queremos que la multiculturalidad de Santullano sirva para crecer y no para generar conflictos".