Síguenos en redes sociales:

Una obra taurina se hace con el premio del concurso literario de cuentos "Lena"

Una obra taurina se hace con el premio del concurso literario de cuentos "Lena"FERNANDO GEIJO

Un total de 406 obras presentadas llegadas de toda España y de muchos países de Europa y América para la última edición del concurso de cuentos "Lena". Sólo 16 de ellas superaron la selección del jurado y una resultó ganadora: "Encuentro en Chicote", del valenciano afincado en Madrid Emilio Alonso Feliz, un texto que nos traslada al Madrid de los años 50, al célebre local regentado por Perico Chicote, a las conversaciones de café, a las tertulias taurinas en un tiempo en que triunfaban Dominguín, Ordoñez o El Litri.

El acto de entrega del Premio Internacional de Cuentos "Lena", en su 54.ª edición, con una dotación económica de 3.000 euros, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Pola de Lena, organizado por el ayuntamiento lenense y con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Abrió el acto Rosa Morán, concejala de Cultura, que dio lectura al acta del jurado, destacando la numerosa participación y la calidad de las obras presentadas. Por su parte, el portavoz del jurado, Roberto García Álvarez, detalló el amplio currículum del premiado, licenciado en Derecho, directivo empresarial y escritor vocacional cuyas obras han sido reconocidas en numerosos certámenes y concursos literarios. García hizo referencia al "dominio del vocabulario taurino y a la capacidad del autor para desarrollar una historia en tiempos en los que sólo se cuentan noticias cuando, en realidad, como seres humanos no somos sino historias".

A continuación, Emilio Alonso agradeció la concesión del premio, "que, además, me ha hecho volver veinte años después a esta tierra, de la que guardo recuerdos felices" y procedió a la lectura del relato ganador, un texto en el que un viejo torero (personaje basado en el matador Ángel García de la Flor, de vida azarosa, prófugo de la justicia y que terminó suicidándose) entabla conversación con Ernest Hemingway, con el bar Chicote, el vino y los martinis como testigos. Alonso, que reconoce no ser aficionado a la tauromaquia, elabora una historia con dos personajes en horas bajas, un torero envuelto en los recuerdos de una vida en la que los triunfos no fueron capaces de derrotar a los fracasos y un escritor que cuestiona su propio éxito y el valor de su obra, un hombre de desearía haber sido el viejo pescador de su novela.

Terminada la lectura, Rosa Morán hizo entrega del premio a Alonso Feliz, cuyo propósito inmediato era conocer la ermita de Santa Cristina de Lena, a pocos kilómetros de La Pola.

Pulsa para ver más contenido para ti