Pocos eran los vecinos que ayer querían hablar sobre lo ocurrido en el pueblo de Lantero, en San Martín del Rey Aurelio, un día después de la tragedia. En esta pequeña localidad situada en un valle lateral, a escasos dos kilómetros de El Entrego, casi todo el mundo tiene algún lazo con la familia Montes. "Quien no es primo, es primo segundo, o sobrino", aseguraba ayer un vecino que prefirió ocultar su identidad. No era el único. Eso sí, casi todos coincidían en que el joven Raúl Montes Delmiro "tenía a la familia amargada", como afirmaba otro de los vecinos al ser preguntado por las relaciones entre padre e hijo. Algunos habían sido testigos de las broncas y otros recordaban la llegada de patrullas de la Guardia Civil en más de una ocasión a la vivienda familiar, ubicada en el número 33 de Lantero.

Sin embargo, sí se mostraban sorprendidos por el rumbo de los hechos el pasado jueves. "Felipe es muy buen paisano, ha tenido que aguantar mucho para acabar disparando al hijo", decía otro de los vecinos. El detenido, hermano del edil de Seguridad de San Martín, Honorino Montes, es un minero retirado, hogareño y de "carácter tranquilo", según los que le conocen.

Los vecinos también cuentan que Marcos M., hermano mayor de la víctima, que tuvo que ser atendido en el hospital Valle del Nalón por contusiones en la cara y en el hombro, "es mucho más tranquilo, nada que ver con Raúl". Además de los golpes, Marcos sufrió una crisis nerviosa por lo ocurrido. Pero no fue el único, ya que el pasado jueves se vivieron muchos momentos de tensión entre los familiares que se acercaron hasta la casa donde se habían producido los hechos.

Pasaron cuatro horas desde que tuvo lugar el tiroteo hasta que la jueza procedió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo.