Fernando Molero: "En el bar de mis padres conocí gente que inspiró mis personajes"

El prestigio del Premio Internacional de Cuentos "Lena" queda demostrado edición tras edición, y ya son 55, por la cantidad y calidad de las obras presentadas. En la presente convocatoria, el jurado recibió cuentos llegados de toda España, gran parte de Europa y América e, incluso, de Australia. Tras el proceso de selección y las deliberaciones del jurado, resultó ganadora la obra titulada "El bar de los insomnes", del autor cordobés Fernando Molero Campos (Fernán Núñez, 1965), un texto que sitúa la escena en un oscuro bar cuya clientela es un compendio del fracaso, la tristeza, el olvido y la desilusión, unos personajes unidos por un nexo común: el insomnio. Sus existencias cambiarán cuando entra en el local un peculiar poeta.

El acto de entrega del Premio Internacional del Cuentos "Lena", en su 55.ª edición, con una dotación económica de 3.000 euros, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Pola de Lena, organizado por el ayuntamiento lenense y que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Abrió el acto Rosa Morán, concejala de Cultura, que dio lectura al acta del jurado, destacando la numerosa participación y la calidad de las obras presentadas y que agradeció el esfuerzo del jurado en su proceso de selección. Por su parte, el portavoz del jurado, Roberto García Álvarez, detalló el amplio currículum del premiado, profesor de Lengua y Literatura, licenciado en Humanidades, escritor con siete obras publicadas, crítico cinematográfico, colaborador en prensa y habitual de los concursos literarios con notable éxito. Roberto García resaltó los méritos del cuento premiado "con personajes poliédricos y una constante contraposición entre apariencia y realidad, la vigilia y el sueño, la enfermedad y la cura".

A continuación, Fernando Molero agradeció la concesión el premio, destacando la dificultad de ser elegido de entre centenares de obras y el mérito de un certamen de tan extensa trayectoria. "Mis padres tuvieron un bar en la carretera que une Córdoba y Málaga. Allí conocí gente singular que me ayudó a componer algunos de los personajes de la historia", dijo el galardonado, que llena su lúgubre bar de expresidiarios, divorciados, parados, viejas prostitutas, solteronas, poetas malditos, olvidados, despreciados, que hallaron refugio en un local en el que nadie es capaz de conciliar el sueño y al que, finalmente, llega el descanso cuando cada uno de los clientes logra confesar sus tormentos internos.

Terminada la lectura del cuento galardonado, la concejala de Cultura hizo entrega del premio a Fernando Molero Campos.