El colegio María Inmaculada de Pola de Laviana, más conocido como las Claretianas, se quedó ayer pequeño para acoger a todos los que acudieron al pequeño homenaje que rindieron a su alumna fallecida. Alumnos, pero también padres y amigos, acudieron a la llamada del centro, que los había convocado al mediodía para despedir a Marta Pérez. También acudió su madre, Laura Alonso; y sus hermanos Laura y Diego, quienes a pesar del dolor que ayer sentían, acudieron al colegio y agradecieron todas las muestras de cariño recibidas.

Una de las compañeras de Marta fue la encargada de leer la carta de despedida que habían confeccionado minutos antes en la clase. "No importa la distancia que nos separe, siempre habrá algo que nos una", decía la joven entre lágrimas. Después tomó la palabra la directora del centro, Ana María Pulgar, igual de emocionada que el resto. "Uno nunca termina de aprender a decir adiós, nos cuesta hacernos a la idea de que marta no volverá a entrar en el cole con su falda de uniforme corta, insistiendo en que la falda no baja más", apuntó, y terminó señalando que "sólo nos queda agradecer lo que hemos compartido de Marta, pedir a Dios y aquí en nuestra capilla a María Inmaculada que no dé la fortaleza, fundamentalmente a sus padres, sus hermanos y amigas, para afrontar este duro momento".

Tras el acto, los alumnos salieron a la puerta del centro e hicieron un pasillo para que despedir a los familiares de Marta Pérez y guardaron silencio durante varios minutos, aunque nadie podía contener sus lágrimas.