Los vecinos, que estaban siguiendo las labores de los bomberos, escucharon un estruendo que parecía indicar que estaba desprendiéndose más tierra de la ladera. También estaba en el lugar la alcaldesa, Genma Álvarez: "No quiero moverme hasta que sepamos seguro que no hay víctimas". Minutos más tarde del ruido que puso en vilo a los presentes, a las 12.59 horas, el Principado anunció la activación del Plan Territorial del Principado de Asturias (Platerpa) en situación 0, que fue desactivada a las 18.21 horas. Los efectivos delimitaron entonces la zona de trabajo y el pueblo se desalojó. También se cerraron los accesos, salvo para coches autorizados.

Sí pudo pasar el Consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, que visitó junto a Álvarez las labores: "Se está estudiando el estado de los anclajes de la roca que se ha desprendido y la roca en altura", informó el responsable regional. Anunció que estaban supervisando la zona técnicos de la Consejería de Infraestructuras y geólogos. "Queremos poner en valor el trabajo de los equipos de emergencia y del Ayuntamiento de Lena", afirmó el Consejero.También de los vecinos, que se volcaron.

Para facilitar la entrada y salida de vehículos especiales, y el estacionamiento, abrieron un amplio terreno a la entrada de la localidad. Además, permanecieron al pie de las labores hasta que se dictó la primera conclusión: la ladera parece estable y no hay riesgo para la zona del pueblo en la que están las casas habitadas. Sin embargo, los expertos matizaron que la zona afectada se mantendrá cerrada durante los próximos días y no pusieron fecha para la vuelta a la normalidad.

Ahora empezará un trabajo duro. La Alcaldesa afirmó que "nos ponemos a disposición del Principado para establecer la línea de actuación e intentar dar una solución lo antes posible". Lo mismo aseguró el concejal de Obras, Jesús Fernández, que acudió junto a la vicealcaldesa, Gelos López. También llegó a La Cortina el concejal Daniel Sánchez Bayón. Todos estuvieron apoyando a los vecinos, que ayudaron a los efectivos del dispositivo en todo lo que pudieron.

Llegó la tarde y cierta calma a La Cortina. Isabel Lorenzo, junto a su hija, tenían previsto dormir en su casa: "Los geólogos nos han dicho que no hay ningún problema, así que aquí estaremos". Desde algunas ventanas de la casa se ve perfectamente el argayo: "Yo nunca imaginé que pudiera pasar algo así", afirmó la octogenaria, que lleva toda su vida en La Cortina.

El ajetreo de la jornada impidió que algunos vecinos analizaran de cerca lo ocurrido en la localidad. Fue lo que le pasó a Miguel Díaz, que estaba en Mieres cuando se produjo el desprendimiento. Luego llego al pueblo y no paró hasta la tarde. Miró con gesto serio el desprendimiento: "Miedo no me da, lo que más siento es pena. Teníamos un pueblín tan guapo...".