Las rocas retiradas del argayo que mantuvo cortado el Corredor del Nalón en Anzó ya han empezado a ser aprovechadas por los ayuntamientos integrados en el parque de Redes. Esas rocas están siendo trasladadas al polígono de Comillera, en Sobrescobio, y a la zona del Miraoriu, en Caso (cerca de Tanes), con el objeto de que sirvan como grava, tras ser picadas y reducidas, para reparar carreteras y pistas en Redes. "Ya hemos utilizado esa grava para acondicionar un tramo de unos 750 metros del Camín Real, a la altura de Soto de Caso", indicó Miguel Fernández, alcalde de Caso.

El argayo del Corredor de Nalón dejó una gran cantidad de tierra y rocas de gran tamaño sobre la carretera. Esas piedras fueron aprovechadas para hacer una plataforma que permitiera a las máquinas retroexcavadoras llegar a la parte alta de la ladera.