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Una traída con licor de lagarto

El allerano Germán Rodríguez presenta una queja tras encontrar una lagartija de gran tamaño muerta obstruyendo el abastecimiento de su casa

Germán González, comprobando el filtro de su contador. Arriba, los restos del reptil que encontró en el circuito que abastece su vivienda, en Soto . J. R. SILVEIRA

El licor de lagarto tiene al parecer bastante adeptos en China. El mejunje se embotella con el bicho dentro, se deja reposar un año y el resultado es una bebida fuerte de color verdoso. En Aller, el procedimiento se ha simplificado. Basta con dejar que una lagartija entre en la red de agua , llegue hasta el filtro del contador de una vivienda y allí queden sus restos macerando y dando sabor a la desabrida agua de la traída. El problema, por otra parte previsible, es que el afectado no ha disfrutado nada la experiencia.

Germán González es un vecino de Soto que acaba de presentar una queja por escrito en el Ayuntamiento y ante Aqualia, empresa que gestiona el suministro de agua en Aller. El motivo es un tanto sorprendente, al tiempo que bastante repulsivo. Tras sufrir durante varios días una disminución considerable de la intensidad del abastecimiento, decidió comprobar el contador. "Accedí al filtro y para mí sorpresa encontré restos de una especie de reptil", explica. Lo que halló fue, aparentemente, una lagartija de gran tamaño totalmente descuartizada. Aún así, el rabo y las patas eran identificables. "Desde luego no es algo que resulte agradable". Reconoce que tardará en volver a beber agua del grifo sin sentir cierta aprensión.

Además de presentar quejas formales, Germán González ha pedido una reunión con el Alcalde: "No parece normal que puedan pasar estas cosas en la red de abastecimiento que da servicio a los vecinos del concejo".

Encontrarse un animal muerto en el filtro de agua que abastece a tu vivienda es una experiencia bastante desagradable. Además, queda la duda de si la traída podrá arrastrar otros animales: "A raíz de lo que me ha pasado he hablado con vecinos y una señora me ha contado que en su caso encontró varias piedras que estaban obstruyendo el conducto". A esta allerana le molestó lo sucedido, pero ahora casi se considera afortunada en comparación con su vecino.

Germán González reclama un mayor control en la red de abastecimiento. "Un técnico me ha explicado como funciona el circuito y me reconoció que hay filtros en la red que se revisan una vez al año". De momento, la desagradable vivencia de este allerano no ha sentado nada bien en Soto, donde la noticia ha generado gran malestar: "Lo menos que se pude pedir es que el agua que beben nuestros hijos tenga las mínimas condiciones higiénicas, algo que ahora nos genera muchas dudas", apunta un vecino.

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