El edificio de investigación del campus de Mieres abrió sus puertas a principios de 2011 y consiguió casi la plena ocupación un año después. Sin embargo, esta situación no se pudo mantener en el tiempo, dejando este espacio de nuevo infrautilizado. Los últimos en abandonar el inmueble fueron los miembros del centro europeo de Soft Computing, que ocupaban dos plantas completas. Su salida, que tuvo lugar en enero de 2016, se debió a la disolución del centro, que se quedó sin financiación para mantener su actividad .
En la actualidad, el edificio de investigación alberga a otras entidades relacionadas con la Universidad de Oviedo. Así, está el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot), la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad, el Centro de Cooperación y Desarrollo (CeCodet) de la Universidad de Oviedo y la Cátedra Hunosa con su Aula de la Geotermia y la Biomasa. En el pasado también acogió el Centro de Producción y Experimentación de Contenidos Digitales, donde participaban diversas empresas, pero también acabó cerrando.
Asimismo, en sus inicios, se aludía a que el edificio de investigación acogería en su interior otros servicios que facilitarán la llegada de nuevos investigadores. Estaba prevista la ubicación de los servicios científico-técnicos de la Universidad de Oviedo, un centro de supercomputación del Principado, el vicerrectorado de Investigación y un vivero de empresas , tal y como se había anunciado entonces, pero nada de esto llegó a eclosionar.
Las instalaciones, que cuentan con un salón de actos y varias salas para conferencias se han venido utilizando durante los últimos años para diversas iniciativas, tanto de la Universidad como de entidades externas. El último de los usos, que se dio hace sólo unas semanas, fue acoger la exposición del Museo del Deporte. La iniciativa estaba impulsada por la facultad Padre Ossó -que pretende traer el grado de Deporte a Mieres- dentro de su proyecto "Asturias, paraíso del deporte".
