El intenso trabajo da sus frutos. Y una buena prueba de ello es la labor que la protectora Alma Animal Asturias, que gestiona el albergue de Mieres, ha llevado a cabo en el último año. Tanto es así que la perrera municipal afronta el verano con apenas 44 animales en sus cheniles. Casi la mitad de los 80 que había el año pasado en esta mismas fechas. El secreto: la red de casas de acogida que colaboran con la asociación. Más de una treintena de animales espera su adopción con una familia y no en una jaula.
Marta García es una de las responsables y fundadoras de la protectora Alma Animal, que echó a andar en Avilés. Se hicieron cargo del albergue de Mieres el pasado año en el mes de abril de forma temporal. Su labor iba a durar un par de meses. Ha pasado más de un año. "No entraba en nuestros planes seguir gestionando el albergue, pero todavía no se ha sacado a concurso", señaló García.
La responsable de la protectora se muestra muy satisfecha con el trabajo realizado: "Las cosas están yendo bien, y aunque el objetivo sería que todos los animales fueran adoptados, estamos en unos niveles aceptables". Entre los datos que aporta, destaca que solamente quedan 44 animales en las jaulas del albergue del Morgao. Llegó a haber más de cien. El pasado verano, por estas fechas, había 80 perros en las jaulas. "Tenemos muchas acogidas, y algunas de ellos terminarán en una adopción", señala García, que especifica que hasta 32 perros están en una casa de acogida.
El verano, una época "caliente" en lo que a abandono de animales se refiere, ha empezado tranquilo. En junio hubo 12 entradas, aunque cuatro de ellas no fueron abandonos, sino dos recogidas por un fallecimiento y dos animales decomisados. En lo que va de julio han entrado tres perros en el albergue. "De momento no ha llegado el pico de ingresos, y esperamos que no llegue, pero a ver qué nos deparan agosto y septiembre", afirma Marta García.
Pase lo que pase, los voluntarios del albergue de Mieres seguirán poniendo el alma en su labor.
