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La fiesta al revés de Laviana

La multitudinaria jira, que suele poner el broche a los festejos, abrió ayer las celebraciones en un día que comenzó con el pregón de Rufo Fernández

Jira de las fiestas de Pola de Laviana

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¿Una jira el primer día de las fiestas? En Pola de Laviana iniciaron ayer sus festejos al revés, con la celebración que tradicionalmente pone el broche a las fiestas, una romería que tuvo como escenario el "prau" de La Chalana. Además, el karateka Rufo Fernández fue el encargado de ofrecer el pregón con el que se daban por inauguradas las fiestas de Nuestra Señora del Otero.

El deportista, lavianés de adopción, ya que como él mismo contó en su pregón nació en Brasil, se subió al quiosco de la avenida al mediodía. Junto a él se encontraba el alcalde, Julio García, así como una representación de la Corporación lavianesa. Ya en el estrado, Fernández comenzó su disertación haciendo un pequeño repaso de su vida. Su nacimiento circunstancial en Brasil y su posterior traslado a Villoria mientras sus padres se encontraban en Suiza. Sus años de colegio e instituto y cómo despertó su interés por el deporte. Su introducción en el mundo del kárate, "empecé en el polideportivo de La Felguera y a los tres años conseguí ser campeón de Asturias".

Entre sus logros, tal y como señaló, está abrir en 1984 "la primera escuela de kárate de Laviana" y destacó, entre sus alumnos a Valentín Marcos que llegó a ser campeón del mundo. Fernández dejó la competición con 31 años y pasó a ser seleccionador asturiano, un cargo que en la actualidad no ocupa pero sí que sigue ligado a la federación. Pero el karateka no habló solo de deporte, también aprovechó el altavoz que tenía ayer para reclamar "más oportunidades para los jóvenes, nuevos proyectos para contrarrestar la pérdida de empleo y conseguir que no se vayan de aquí". Para lograrlo, Fernández abogó por "aunar esfuerzos". El pregonero dejó los últimos párrafos de su discurso para hablar de las fiestas y pedir que sean "unas celebraciones libres de violencia, puxa Laviana y puxa Asturias".

Y aunque la concentración de las peñas para la jira no era hasta las tres y media de la mañana, algunos grupos de amigos ya pululaban ayer por el entorno del Ayuntamiento antes de la una de la tarde cuando todavía lucía el sol. La previsión meteorológica daba lluvia para la tarde, pero esta se fue retrasando a lo largo de la jornada, con lo que permitió a los peñistas disfrutar de la romería. Y es que, a pesar de que este año se adelantaba la cita del último al primer día, nadie quiso perderse la jira, sobre todo los más jóvenes. Miles de chavales se concentraron, formando varias peñas, cada una con su bebida -calimocho, sidra y cerveza, las estrellas- y con su propia comida. Tras desfilar por las calles de la Pola, llegaron al "prau", donde los más valientes se tiraron al río Nalón. Tras la multitudinaria romería, tuvo lugar una refrescante fiesta de la espuma.

Las fiestas al revés de Laviana continuarán hoy con la procesión nocturna de Nuestra Señora del Otero, que comenzará a las nueve y media de la noche. A las once y media llegará la primera de las verbenas con la orquesta "Xacobeo". Y mañana, último día festivo, habrá concierto de la banda de música de Laviana al mediodía y pasacalles nocturno con "Los sentenciados" a partir de las ocho y media de la tarde. Los fuegos, a la medianoche, pondrán el broche final a las celebraciones y darán paso, al día siguiente, al programa del Descenso Folklórico del Nalón, que celebra su 51.ª edición.

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