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La actividad del CINN

Dos empresas fabrican en El Entrego sustitutivos óseos y espejos de satélites

Las firmas AST y USM Space, dos sociedades surgidas en el seno del Centro de Nanotecnología, suman un total de doce investigadores

Un investigador del CINN, en el panel de mandos del horno de sinterización de La Florida. F. RODRÍGUEZ

El Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), instalado en el edificio tecnológico del pozo Entrego, ha puesto en marcha dos innovadoras empresas a la elaboración de sustitutivos óseos y de materiales para satélites y para la fabricación de microchips. Estas dos firmas -Advanced Sciencie and Technology (AST) y Ultra Stable Materials (USM Space)- han surgido como "spin-off" del propio centro, se ubican físicamente en la instalación entreguina y suman un total de doce personas implicadas, entre científicos del CINN e investigadores y asesores externos.

AST es la firma nacida del CINN que lleva más camino recorrido. Ha trabajado para desarrollar productos para otras empresas y cuenta con su propia gama de productos. "Lo que hace es utilizar biovidrios para elaborar sustitutivos óseos", explica Ramón Torrecillas, director del CINN: "Si tienes un accidente y se te rompe el fémur, donde te falta hueso, lo que se hace es poner gránulos de estos biovidrios que tienen una porosidad parecida al hueso. Cuando entran en contacto con sangre y tejidos, el hueso crece porque tienen propiedades de oseoinducción y oseoconducción que ayudan a que tu organismo fabrique eses hueso. Son como andamios", expuso Torrecillas. Y añadió: "En un cráneo, un agujero de más de dos milímetros no se rellenará nunca. Pero si pones granos de biovidrios y lo tapas todo con una membrana, el hueso empieza a llenar los espacios. Las células necesitan estos andamios para poder trabajar".

El innovador material, según relató el director del CINN, también se pueden presentar como "una especie de tiza y, mediante un programa informático de diseño asistido por computadora, si a una persona le falta una mandíbula, por ejemplo, se le puede hacer una específica para él. Está todo relacionado con el tema de la medicina personalizada".

Premio

El otro proyecto en marcha que pronto verá la luz como empresa es USM Space, una iniciativa para desarrollar nanomateriales cerámicos con aplicación para la industria aeroespacial, en concreto, para instrumentos ópticos espaciales que resisten temperaturas extremas de frío y calor. El proyecto obtuvo recientemente el premio "Radar Spin-off', impulsado por el Centro Europeo de Empresas e Innovación del Principado (CEEI). Son materiales que no dilatan, elaborados en el horno de sinterización que el CINN tiene en el polígono de La Florida. "No dilatan y, por tanto, no se rompen. Como no cambia de dimensiones sirve para la fabricación de chips por medio de litografía, en un proceso en el que se usa un láser ultravioleta y en el que la temperatura sube hasta los 80 grados. Actualmente ya tenemos, cuatro patentes distintas", remarcó Ramón Torrecillas.

La aplicación aeroespacial e, junto con la fabricación de chips, la más destacada. "Se hacen materiales para espejos de satélite. Actualmente tenemos un proyecto con el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) para la fabricación de microsatélites. Con los satélites de gran tamaño, como tuerzas el haz una milésima de grado, eso significa que en la recepción de la señal te has movido 500 metros. A eso se suma que, cuando el satélite pasa de estar a la luz a estar a la sombra, pasas de estar a 400 grados en un sitio a menos 180 en el otro". Torrecillas explicó que, para corregir ese problema, el INTA, está desarrollando "una nube de satélites pequeños con lo que la señal viene de muchos puntos, de tal manera que, aunque haya cuarenta que pierden señal, los otros no la pierden. Tienen que ser satélites baratos y con unas ópticas muy estables".

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