"Nayro" se acerca a los que llegan a la casa sin dudar. Un mastín que pesa 16 kilos aunque, por edad, debería pesar cuarenta. Detrás llega "Neska", una hembra de mastín también en infrapeso. Bastan un par de caricias para que también se quede. Confiados los dos, a pesar de lo que han pasado.

Una vecina de Cabornín (Riosa), Mónica Cueto, encontró a los dos perros en el pueblo hace unos días. Ambos estaban en muy mal estado. Sobre todo el macho, con una lesión muy grave en el cuello: "Parece que ha estado siempre atado", afirma ella, mientras muestra una herida en carne viva. La Protectora "Más que chuchos" se hace cargo del tratamiento y pondrá una denuncia por maltrato animal. No descartan que intentaran ahorcar al macho. Los perritos se recuperan en casa de Mónica Cueto, porque su estado actual no permite trasladarlos al albergue.

-Mira lo que hay aquí.

Una vecina llamó a Mónica Cueto en la noche del jueves, cuando ella llegaba de trabajar. Lo que vio, la dejó sin habla: dos perros mastines en los huesos y casi sin fuerzas. Las gastaron casi todas, cree la mujer, en escapar del infierno en el que vivían. Comenzó entonces un calvario para encontrar ayuda: "Ni el 112 ni el Ayuntamiento de Riosa me dieron solución", asegura, indignada, Cueto. Tampoco algunas de las protectoras a las que llamó. Sí respondió pronto a la alerta "Más que Chuchos". Mar Martínez, responsable de la entidad animalista, asegura que "en cuanto lo supimos, pusimos a su disposición todos los medios que tenemos".

Dada la gravedad de las lesiones de los canes, especialmente en el macho, Mónica Cueto ya había adquirido medicinas recetadas por la veterinaria que atendió a los animales tras su aparición. Las pagó la protectora. Además, responsables de "Más que chuchos" acudieron a la localidad para revisar el estado y recoger datos para la presentación de una denuncia: "Creemos que han pasado toda su vida atados en corto. De hecho, tienen una lesión en los huesos que indica que han estado sentados mucho tiempo", señala Martínez.

Los dos perros carecen de identificación y no llevan chip, según "Más que chuchos". "Hacemos un llamamiento a los vecinos de la zona y les rogamos que, si conocen a la persona que ha hecho esto, denuncien los hechos", rogó Mar Martínez. Una demanda que se sumaría a la que cursará la protectora. Sus cuidadores creen que podrán superar este duro momento, los dos comen con ganas, y estarán listos pronto para encontrar una familia. Desde ahora se llaman "Neska" y "Nayro". Además de los nombres, también necesitan una nueva vida.