Completar la obra del soterramiento de las vías de la antigua Feve en Langreo costará finalmente 110 millones de euros. Los 40 millones (sin incluir el IVA) necesarios para ejecutar la denominada superestructura -instalación de vías, catenaria y señalización- se sumarán a los 70 invertidos para construir el falso túnel. Este desembolso global ya duplica los 54 millones que en su día fueron consignados con cargo a los fondos mineros para financiar el proyecto. Una vez ejecutada la superestructura por parte del Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) todavía quedará por costear la urbanización de los terrenos liberados por las vías, una obra que corre a cargo del Gobierno regional.
La estimación inicial era que la instalación de las vías tuviese un coste de 20,5 millones. Sin embargo, la cifra será finalmente de 40 millones, según aparece recogido en el borrador remitido por el Adif al Ayuntamiento y al Principado para la modificación del convenio de la obra. Este cambio es necesario para que el órgano estatal pueda ejecutar la superestructura, ya que la competencia del proyecto es de la Administración autonómica. La estimación del Adif es que, una vez modificado el convenio, se emplearán entre ocho y nueve meses para licitar los trabajos y un plazo similar para ejecutarlos. De esta forma, en el mejor de los casos, los trenes estarían circulando en pruebas por el tramo soterrado en abril de 2020, un año después de lo previsto. La obra civil del falso túnel finalizó en septiembre de 2017, con un coste final superior a los 70 millones. Buena parte de ese dinero fue adelantado por el Principado, al suprimir el Gobierno estatal los fondos mineros. Las tareas habían arrancado de forma oficial en noviembre de 2009, con un plazo de ejecución de treinta meses.
Problemas
Durante los últimos años se han sucedido problemas técnicos y administrativos pero también de financiación, que han ocasionado retrasos pero también un incremento del coste de la obra, que llegó a estar paralizada durante meses. Una vez encarrilada la obra civil, después de que el Principado adelantase la inversión, ni la administración central ni la regional, que había pagado ya la primera fase de los trabajos, daban un paso adelante para hacerse cargo de la superestructura ferroviaria.
Finalmente fue el Ministerio de Fomento el que asumió la ejecución de las obras y su financiación. Queda una tercera fase de los trabajos, la urbanización de los terrenos liberados en Sama y La Felguera con las obras del soterramiento, que será acometida por la Consejería de Infraestructuras.
