El acuerdo alcanzado con los sindicatos para garantizar una transición justa de la minería del carbón y el desarrollo sostenible de las comarcas mineras para el periodo 2019-2027 se firmará el próximo 24 de octubre con doble presencia ministerial. El Gobierno central confirmó ayer que el documento será rubricado por las titulares de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y de Trabajo, Magdalena Valerio. A partir de ahí, la hoja de ruta marca pasar de inmediato al desarrollo normativo de los contenidos del plan. Pero hay otra "urgencia". Los sindicatos remarcaron ayer la necesidad de comenzar a negociar de inmediato el nuevo plan de Hunosa.
Definido el nuevo marco general de la minería, toca ahora centrar la atención en Hunosa, que deberá negociar a partir de este acuerdo estatal su propio plan de empresa "con características propias en materia social y compromisos específicos de la reactivación". Los sindicatos prevén una negociación rápida que, en todo caso, "deberá estar cerrada antes de finales de año", como subrayaron ayer desde el SOMA. Además, los sindicatos se remiten en sus argumentos a lo establecido en el acuerdo que se sellará la próxima semana , en el que se establece que Hunosa, por sus especiales características, debe tener un plan social propio.
Son varios los frentes que debe despejar el pacto interno de Hunosa. "Hay que definir un nuevo espacio de empleo vinculado a futuras actividades", señaló el líder de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano. De momento, el nuevo marco general de la minería establece un plan de prejubilaciones que adelanta la edad de retiro anticipado hasta los 40 años reales, cuando ahora se situaba entre los 42 y 43. El objetivo es dar cobertura al mayor número de trabajadores que se quedarían sin empleo con el cierre de las minas, pero está claro que no todos tendrán cabida. "Es necesario definir los nuevos campos de desarrollo empresarial que permitirán la recolocación de los mineros que no cumplan los requisitos establecidos para acceder a las prejubilaciones", señala tanto el SOMA como CC OO. De igual forma, la segunda de las centrales ya ha adelantado su intención de conseguir que Hunosa abra las puertas a los trabajadores de sus empresas auxiliares, colectivo integrado en su conjunto por 250 mineros, que ya han comenzado a ser despedidos. "Exigiremos un plan industrial y vamos a pelear por ello, porque de ello dependerá que sigan las subcontratas y nosotros creemos que en una transición justa también tienen que entrar", remarcan desde CC OO.
Las centrales están convencidas de que el plan de Hunosa saldrá adelante en pocas semanas. De momento se toman un respiro tras lograr un nuevo plan minero, con cierre de pozos, pero, según apuntaron ayer las centrales, con 250 millones para reactivación.
