El largo abandono del antiguo sanatorio de Bustiello trajo el pasado año como consecuencia el derrumbe de parte de la cubierta en una de sus estancias, dejando el inmueble a merced de las lluvias y otros fenómenos meteorológicos. El complejo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) junto con todo el poblado minero mierense, está por fin en obras. No se trata de la rehabilitación integral que vienen reclamando los vecinos, pero al menos las tareas van encaminadas a proteger el viejo hospitalillo.

Las obras que el Principado está ejecutando en el sanatorio cuentan con un presupuesto de 55.436 euros. El proyecto tiene como finalidad la consolidación de las fachadas y cubiertas, así como el cierre de los huecos existentes. Los vecinos están contentos sólo a medias: "Al menos se ha tomado una medida para poner freno al deterioro del inmueble, pero lo que están haciendo es poco más que tapiarlo", apuntan los portavoces de la comunidad.

La Agrupación Vecinal de Mieres denunció este mismo verano que dentro del sanatorio entraban personas, expoliándolo y deteriorando aún más la instalación. Por ello, exigieron a las administraciones que en tanto en cuanto no comenzasen los trabajos de rehabilitación, se pusiese vigilancia permanente para evitar actos vandálicos. El Principado espera que la actuación que se está abordando sea suficiente para proteger el enclave.

El sanatorio es uno de los elementos principales de Bustiello. Fue construido hace más de un siglo, concretamente en 1902. Durante su larga vida ha sufrido varias modificaciones. Las últimas obras en el enclave fueron a finales del siglo pasado, cuando el Principado optó por rehabilitar parcialmente el edificio.