La Asociación Cultural Bicentenario de San Martín del Rey Aurelio fue la encargada de organizar la presentación de "Nómadas", el nuevo libro del escritor sotrondín Juan Ramón Antuña Calleja. El acto tuvo lugar en la Casa de Cultura "Gaspar G. Laviana" de El Entrego y contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Calleja cursó los estudios de Ingeniería Técnica en Béjar (Salamanca) y participó en proyectos de telefonía, electricidad y electrónica tanto en España como en el extranjero. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue la escritura y el periodismo, así que, tal y como él mismo reconoció "acostumbrado a tener siempre algo que hacer, el vacío de objetivos inmediatos que llegó con la jubilación me llevó a sentarme delante de un ordenador y, después de seis meses, nació mi primera novela "Proyecto Diógenes".

La introducción del evento corrió a cargo del presidente del colectivo organizador, José Ramón Martín Ardines, que destacó el talante autodidacta de un autor "que escribe sin descanso y toca todos los palos, pues no solo cuenta con novelas, sino que también se ha dedicado a la poesía, los cuentos e incluso al difícil género del ensayo". A continuación tomó la palabra Faustino Suárez Antuña, doctor en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo. Es, además, sobrino del escritor. En su intervención subrayó su "verdadera condición de nómada" pues, tal y como explicó, "siempre he vivido con la idealización de mi tío y sus viajes, me encantaba escucharle contar las historias que traía después de cada periplo suyo por el mundo. Creo que a día de hoy aún tiene mucho que compartir a través de sus libros, sus poemas y sus relatos, logrando además cumplir su viejo sueño de juventud de dedicarse a escribir. Fue algo que no logró en su momento porque, por aquel entonces y más viviendo y siendo de la Cuenca minera, lo lógico era optar por estudiar algo más terrenal, como la ingeniería".

En "Nómadas", editado por Editorial Leilibros, se traza, según su autor, un paralelismo entre los primeros habitantes de la tierra en los albores de la humanidad, "que empujados por la necesidad de procurarse el sustento, vagaban de un lugar a otro" con quienes en la actualidad. y a pesar del paso inexorable de los años, "siguen teniendo el mismo problema que sus ancestros y necesitan emigrar para sobrevivir". Y es que, señaló, "nuestros antepasados vivían en los árboles y nosotros aún no tenemos claro ni donde vivimos, y en muchas ocasiones, no nos paramos a reflexionar de donde venimos y lo que es peor hacia que futuro caminamos".

Antuña se mostró convencido de que las cosas no han cambiado apenas nada y que en la actualidad, como entonces, "nos hemos convertido en viajeros cuya patria es el mundo". Destacó que en su novela hay mucho de imaginación pero también un gran poso autobiográfico, pues no en vano durante su extensa trayectoria laboral recorrió más de treinta y siete países, tanto de nuestro entorno cultural como Argentina, Brasil y Portugal, como otros lugares con un sentido de la vida y la cultura radicalmente diferentes como Iraq o Argelia, algo que ha ayudado al autor, "a ser consciente de que no pertenecemos a ningún lugar en concreto y estamos destinados a ser nómadas eternamente y para siempre".