El arquitecto Federico Coullaut-Valera Terroba, nieto del escultor Lorenzo Coullaut Valera -quien esculpió el monumento de "La Carbonera", dedicado a Luis Adaro en el parque Dorado de Sama- visitó Langreo para participar en los actos organizados en conmemoración del centenario del emblemático monumento. Se mostró impresionado por lo que representa esta escultura para el concejo.
-¿Cómo fue la visita que realizó a Langreo?
-Pues me emocioné mucho, sobre todo porque estaba el bisnieto de Luis Adaro, Fernando Adaro. Además, nunca había estado en Langreo y no había visto nunca de cerca "L a Carbonera".
-¿Se sorprendió cuando le llamaron para participar en estos actos?
-La verdad es que sí, porque sabía que mi abuelo había hecho una obra aquí, pero ni recordaba la fecha. La verdad que ver de cerca este monumento y su integración con el pueblo, ya que he comprobado que es una escultura muy popular, fue muy emotivo.
-¿Cómo organizó su conferencia sobre su abuelo?
-Tenía mucha información sobre su trabajo, además de fotos antiguas archivadas que habían guardado mi padre, y sobre todo mi hermano, quien murió también muy joven, como mi abuelo. Quería mostrar parte de su obra creativa, además de lo que hizo en Langreo.
-Entre estos trabajos, uno de los más destacados es el monumento a Cervantes que se encuentra en la plaza de España de Madrid.
-Sí, entre otros. Mi abuelo se presentaba a muchos concursos para crear monumentos y tenía una facilidad impresionante para ganarlos. Y también hizo muchos encargos, creo que el 85 por ciento del trabajo que realizó a lo largo de su carrera eran encargos, porque tenía muy pocas cosas realizadas por iniciativa propia.
-¿Qué siente cuando pasa por delante de una de las obras de su abuelo?
-Pues una satisfacción y un orgullo que se sigan manteniendo en el tiempo. Después pasan cosas curiosas como lo que pasó hace poco en Madrid con el monumento a Cervantes. La alcaldesa, Manuela Carmena, pretendía modificar la posición de Don Quijote y Sancho Panza para que mirasen hacia el edificio España en lugar de hacia La Mancha, como era su posición original. Pero el monumento ha sido declarado Bien de Interés Patrimonial, y no lo ha podido mover.
-Además consiguió el premio Nacional de Escultura en 1906.
-Sí, es mismo año logró Picasso el de Pintura, la verdad que no tiene nada que ver la situación de uno con otro, pero en aquel momento fue así.
-¿Usted continuó con la tradición familiar?
-Yo quería ser pianista, pero mi padre dijo: "Otro artista en la familia, qué desgracia"; porque no veía bien dedicarse únicamente a la creatividad y entonces estudié arquitectura. He sido arquitecto municipal en Segovia durante treinta años y ya me quedé allí a vivir.
-¿Entonces no hizo nada artístico?
-Pues sí, toco el piano e, incluso, he dado conciertos con el órgano de la catedral de Segovia. Siempre he sido un amante de los instrumentos de tecla y era una obsesión mía poder tocar el órgano de la catedral. También hago escultura, pero un poco más abstracto, y pintura. También he hecho algunos monumentos.