Decenas de vecinos se concentraron ayer frente a las piscinas de Pénjamo, en La Felguera, para denunciar el estado de abandono de la instalación (cerrada en 2010) y exigir su reforma y posterior reapertura. Es la primera de las movilizaciones que tienen pensado impulsar los vecinos de este barrio langreano, que barajan llevar sus protestas a Oviedo. Los impulsores de la reivindicación también exigieron la colocación de un cierre perimetral que proteja el complejo ya que "hay chavales que entran dentro y algún día puede ocurrir una desgracia".

Así lo expuso Rubén Cámara, alcalde de barrio de Pénjamo e integrante del colectivo "Güesperón", que ayer mostró su agradecimiento a los asistentes a la protesta y a los colectivos de la Felguera y de Langreo en general que en las últimas horas han mostrado su apoyo a la reapertura de las piscinas: "La verdad es que nos sentimos muy arropados por la gente en esta reivindicación. Es de justicia que se recuperen. El deterioro es alarmante".

"Inseguridad"

El representante de los vecinos hizo hincapié en la "inseguridad" que supone el estado actual de la instalación, víctima desde su cierre de robos de material y actos vandálicos. "Los más prioritario ahora mismo es colocar un cierre perimetral que impida el acceso al complejo. Hay chavales que se cuelan dentro y algún día puede ocurrir una desgracia porque andan por el tejado y cerca de las piscinas", indicó.

También aludió Cámara a las movilizaciones que vendrán a partir de ahora. "No vamos a detenernos aquí. Nosotros tomamos las decisiones en conjunto y lo que vamos a plantear es hacer más protestas y llevar alguna de ellas a Oviedo, para que nos escuchen en el Principado. También tenemos contactos con la Asociación de Músicos de Langreo para organizar algún concierto".

Las piscinas de Pénjamo permanecen clausuradas desde 2010. Su propietario, el Gobierno regional, cesó la actividad después de que el Consistorio no diese el visto bueno al convenio para hacerse con la gestión. El acuerdo fue defendido por el gobierno local (PSOE), pero rechazado por la oposición hasta que se aclarara el futuro de los trabajadores.