La Escuela Politécnica de Mieres avanza en su intento por poner en marcha, de cara al curso 2020-2021, un pionero máster dual de montes. De momento, mientras avanzan en el diseño del plan de estudios, ya han conseguido el respaldo de la industria, un apoyo esencial para la puesta en marcha del proyecto. De momento han mantenido contactos con la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) , la Asociación Asturiana de Empresarios Forestales, de la Madera y el Mueble (Asmadera), y la firma ENCE, dedicada a la energía y la celulosa.

La directora de la Escuela Politécnica de Mieres, Asun Cámara, explicó a estas entidades que la intención del programa de máster dual en ingeniería de Montes prevé que los alumnos estén seis meses de beca en la empresa, "adquiriendo parte de las competencias que exige la legislación nacional que regula la profesión de ingeniero de Montes". La última de las reuniones se produjo en la central de Ence, en Madrid. Cámara explicó que "vieron el proyecto con buenos ojos, más cuando ellos ya tienen en marcha su propio programa de talentos". En el caso del máster dual, habría que reservar plazas para los alumnos participantes, siempre en función del límite impuesto tanto por la Universidad de Oviedo y el Principado que son, en última instancia, quienes tienen que dar luz verde a este nuevo máster. El mismo resultado se obtuvo de los encuentros con FADE y Asmadera. Ahora estas entidades acordaron trasladar su propia propuesta a la Politécnica para encajarla en el proyecto del máster.

El directora de la Politécnica manifestó su esperanza por esta iniciativa que, como aseguró, "es totalmente, realizable". Eso sí, no todos los alumnos que participasen en el máster obtendrían, de momento, la formación dual. "Serían alumnos seleccionados, habría que ver qué baremo utilizar, si el currículum o la nota, para que tuvieran acceso a ese complemento remunerado en forma de distintos perfiles", señaló Cámara. Y es que, en función de la empresa en la que se haga la beca, el alumno saldrá con un perfil laboral distinto.

Sin duda es una manera de hacer atractivos estos estudios y diferenciarlos de la oferta que actualmente existe en el resto de universidades españolas. La intención, al menos en una primera edición, es contar con un número muy reducido de alumnos, entre 10 y 15, de los cuales la mitad harían la formación dual. Para los restantes, se está estudiando fórmulas para que también merezca la pena matricularse. En este caso, se baraja la posibilidad de que los estudiantes obtengan una doble titulación. El Principado, eso sí, tendrá que permitir previamente que se ofrezca un número tan reducido de plazas.