La Plataforma de Usuarios del Vale del Carbón acaba de reunirse con los sindicatos SOMA y CC OO para trasladarles su firme propósito de seguir retirando el mineral que tienen asignado para consumo propio mientras Hunosa mantenga abierto un sólo pozo. Es decir, este colectivo, tras la las malas experiencias que acumula, ha querido fijar su posición antes de encontrarse con restricciones por parte de la empresa pública. La conclusión es que los beneficiarios pretenden seguir cobrando el vale mientras, como parece, Nicolasa siga produciendo carbón.

"Los sindicatos nos han dado su apoyo", explicaron ayer los portavoces de la plataforma. "Nuestra postura es clara. Si Hunosa se opone a entregarnos el vale defenderemos nuestros derechos en la calle si hace falta", remarcaron. El derecho al cobro del vale viene arrastrado desde 1932, fecha en la que fue autorizado por la Caja de Jubilaciones tras reiteradas peticiones del SOMA. Actualmente los beneficiarios están percibiendo las entregas con normalidad, pero recelan de Hunosa. Pueden tener motivos para ello, ya que lo desencuentros durante los últimos años son bien conocidos. "El acuerdo firmado en 1932 establece que los mineros jubilados tendrán derecho al vale mientras se siga extrayendo carbón. Por lo tanto, mientras Hunosa tenga un pozo abierto nosotros haremos afectivo el derecho adquirido".

La Plataforma de Usuarios del Vale del Carbón se creó a finales de 2013 cuando varios beneficiarios de este derecho se reunieron para protestar contra los retrasos que Hunosa acumulaba en el pago en mineral de las papeletas. Por cada vale mensual, los beneficiarios reciben 300 kilos de carbón. Por aquel entonces, los retrasos acumulaban más de medio año, lo que significa más de tonelada y media de mineral. Varios vecinos empezaron a maniobrar para aglutinar al mayor número de personas posibles en el colectivo, siendo ahora unos 600 los usuarios que forman parte de la asociación.

Los mineros en activo en Hunosa, los extrabajadores y las viudas de empleados de la firma tienen derecho a una papeleta o vale de carbón cada mes, que supone seis sacos de material o su valor en dinero. Se les proporcionan 300 kilos de hulla o 31,55 euros mensuales. La Plataforma de Usuarios del Vale del Carbón estima que son alrededor de 3.000 los beneficiario que optan por seguir reclamando el pago en especies, es decir, en hulla. Por ello, Hunosa debe entregarles cada año en conjunto 10.800 toneladas. Aún con todo, la compañía pública, que hace tiempo que cubre este compromiso con carbón exportado, ha demostrado infinidad de veces que preferiría pagar a este colectivo en efectivo. En total, eliminar los vales todavía activos y que aún se retiran por parte de sus beneficiarios conllevaría un gasto anual de 1.152.000 euros.