Nada parece indicar que la huelga convocada para mañana por los trabajadores de la estación de esquí de Valgrande-Pajares vaya a cancelarse, con lo que la estación no podrá abrir sus puertas. El comité de huelga consideró ayer que "las buenas intenciones" del consejero de Educación y Deporte, Genaro Alonso, son consideradas como "palabras huecas" al no aportar ninguna solución ni alternativa para resolver el problema de la dotación de la ropa de trabajo de la plantilla. Entre esta equipación se encuentran los Elementos de Protección Individual (EPI), indispensable para la plantilla "dadas las extremas condiciones en que desempeñamos nuestras funciones".

El máximo responsable de Educación se comprometió el miércoles a "proporcionar el material lo más pronto posible, aunque sea de forma parcial". Sin embargo, los trabajadores consideran que "no es una propuesta seria para discutir y, llegado el caso, alcanzar acuerdos". Por eso, estiman que las declaraciones del consejero "deben ir acompañadas de movimientos".

Eso sí, no se cierran al diálogo "hasta el último minuto, "pero eso ha de ser en base a propuestas concretas que de momento no se han presentado". De este modo, mantienen la hoja de ruta con los paros previstos. Y es que, además de mañana, el comité de huelga también ha convocado paros para los días 8, 17 y 20. Recuerdan, además, que el conflicto laboral, "no es en base a cuatro trapos, sino al incumplimiento de la entrega de la ropa de trabajo a la que la administración está obligada, especialmente por la condición de elementos de protección individual, dadas las extremas condiciones en que la plantilla de Pajares desempeña sus funciones, y que incluso es obligación conforme a la Ley de seguridad e higiene y salud laboral". Esta falta de medios de protección "pone en riesgo la seguridad, integridad y salud de los trabajadores", algo que "ha reconocido" la propia administración en la reunión que mantuvieron el pasado martes con el comité de huelga.

Desde el Principado se argumentó que el problema radica en que la contratación en la Consejería de Educación y Cultura "es muy variada y compleja" y estaba resultando muy afectada por la transición a la regulación de la Ley de Contratos del Sector Público de noviembre de 2017.