El PP preguntó ayer al gobierno de Mieres (IU) si el Ayuntamiento ha hecho algún tipo de gestión para intentar captar el centro logístico de Amazon en el noroeste del país, al que aspiran Oviedo y Siero. El vicealcalde, Manuel Ángel Álvarez, respondió a los populares exponiendo con crudeza la realidad actual del municipio: "No tenemos suelo industrial disponible en estos momentos", apuntó. La explicación que ofreció fue un claro reproche a la Administración central. "Mieres cuenta con dos espacios industriales sin uso. Por un lado está La Cuadriella, con varias naves cerradas en manos de una serie de bancos. Por otro se encuentra Reicastro, cuyo último desarrollo urbanístico lleva meses bloqueado por una disputa entre Hunosa y Confederación Hidrográfica del Cantábrico por la titularidad de una pequeña parte de los terrenos".

El gobierno local fue ayer tajante al remarcar que Mieres, pese a contar con suelo empresarial urbanizado y con varias naves sin uso industrial, no está en condiciones de ofertar ni terrenos ni instalaciones a firmas que pudieran tener interés en asentarse en el municipio, cuya tasa de desempleo supera el 20 por ciento. "Si surgiese una oportunidad empresarial, ahora mismo no podríamos atenderla por circunstancias que escapan al control del Ayuntamiento", señaló Manuel Ángel Álvarez.

La urbanización del polígono de Reicastro le costó a Hunosa 4,5 millones de euros. Los trabajos concluyeron hace ahora siete años. El acceso a los terrenos permanecen, desde principios de 2012, bloqueado. Y es que hay errores en su parcelación que siguen sin resolverse. El reciente fallido intento de compra de Asturiana de Laminados (Asla) chocó, además de con alto precio del suelo, con la imposibilidad de poder ocupar el polígono sin demoras. "Todos sabemos que si Asla hubiera llegado a un acuerdo económico no se hubiera podido instalar en Reicastro, al menos en estos momentos. Llevamos muchos meses esperando por una solución que en su momento se definió como un simple trámite", apuntó ayer el Vicealcalde. Del mismo modo, en La Cuadriella el fracaso de Diasa y otros proyectos industrial ha convertido este parque empresarial en un nido de naves vacías en manos de bancos que piden cantidades inasumibles por ellas.