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El bajón demográfico no para: las muertes ya triplican los nacimientos en las Cuencas

El crecimiento vegetativo alcanza un saldo negativo de 1.343 vecinos, frente al millar que se registraba en 2008, antes de la crisis

Un vecino mira las esquelas colocadas en un panel en Mieres, en una imagen de archivo. J. R. SILVEIRA

La cifra de defunciones en las Cuencas triplica al volumen de nacimientos. Según los datos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) en la comarca del Nalón se produjeron en 2017 un total de 1.075 muertes por sólo 371 alumbramientos, con un saldo vegetativo de -704, mientras que en el Caudal fallecieron 962 vecinos y nacieron 323, lo que arroja una diferencia de -639. El balance conjunto de las Cuencas es de -1343 (2.037 muertes por 694 nacimientos). En 2008, antes del inicio de la crisis económica, cuando el volumen de bebés era mucho mayor, el crecimiento vegetativo también era negativo, pero muy por debajo de la tasa actual, con -1.038 vecinos ese año.

Se trata de una evolución sólo equiparable a las alas de la región, ya que en el conjunto de Asturias y en los principales concejos de la zona central, pese a existir también un crecimiento vegetativo negativo, no es tan acusado. En Asturias hubo en 2017 un total de 6.012 nacimientos y 13.152 muertes, con los que los óbitos duplican los nacimientos. Se trata de un parámetro similar al que registran las comarcas de Oviedo, Gijón y Avilés. En las Cuencas, en cambio, esa tasa se triplica.

No es el único indicador poblacional preocupante para los territorios carboneros. En lo que va de siglo, el Principado ha perdido 48.323 habitantes. El 72,7%, casi tres de cada cuatro, eran de las comarcas mineras. La población en los diez concejos de las Cuencas ha bajado en 35.130 habitantes desde el año 2000. Los datos de la revisión del padrón municipal que maneja el Instituto Nacional de Estadística, con la población a día 1 de enero de 2018, son impactantes. Langreo está por debajo de los 40.000 habitantes, cuenta exactamente con 39.984. Una población similar a la que tenía a finales de los años veinte. En 1930, Langreo ya tenía 40.224 habitantes, y en 1965, rozó los 70.000. Mieres también perdió este año población de forma acentuada, 534 vecinos, y tiene 38.428. Lejos de los 49.506 de principios de siglo, y de los más de 70.000 de 1960. Si Langreo tiene ahora la población de hace 90 años, en Mieres hay que retroceder más de un siglo, hasta antes de 1920 (en ese año el concejo ya tenía 40.560 habitantes).

Aller

En proporción a su población, Aller es el municipio que más vecinos ha perdido en lo que va de siglo: casi uno de cada tres, el 29,8%. En el año 2000, Aller contaba con 15.398 habitantes, que a 1 de enero de 2018 eran 10.808, un total de 4.590 menos. En el valle del Nalón, San Martín del Rey Aurelio inició el siglo con 20.794 vecinos, que ahora son 16.283, un 21,7% menos. En el valle del Nalón, la caída más acentuada es la de Caso, del 21,96%, de 1.990 habitantes a 1.553.

En Lena, el declive poblacional es del 20,25%, y en Riosa, del 25%. Tienen ahora 11.086 y 1.933 vecinos. Morcín resiste mejor, pero su descenso también es muy superior a la media de Asturias (situada en el 4,49 por ciento). De 3.066 habitantes ha pasado a 2.631 (el 14,2% menos). En el Nalón, dos concejos retienen más población que el resto de la comarca. Se trata de Laviana, con un descenso del 11,6 por ciento (de 14.804 habitantes a 13.087), y Sobrescobio, que tiene exactamente los mismos vecinos que a principios de siglo: 818. Eso sí, la tendencia en todos los casos es negativa. El municipio lavianés la sangría es constante en todo el periodo, y en el concejo coyán se ganó población hasta el máximo de 2010 (898 vecinos), y desde ahí ha descendido paulatinamente.

La sangría demográfica de las Cuencas es, en comparación con la caída que se ha producido en Asturias, mucho más acentuada. La proporción de la pérdida de habitantes es casi cinco veces mayor, de una media del 21,75 por ciento en las Cuencas, por un 4,49 en la región. Este descenso está evidentemente unido a la destrucción de puestos de trabajo en la comarca.

Natalidad

También la natalidad está en caída libre en la comarca. El Hospital Valle del Nalón, en Riaño, registró el pasado año 308 partos, la cifra más baja de los últimos tres lustros. Hay que ir hasta el año 2002 (cuando se contabilizaron 228 alumbramientos) para encontrar una cifra más baja. En aquella época, pese a haber más población, todavía no había anestesia epidural en el complejo sanitario comarcal. El Hospital de Riaño se acerca a la barrera de los 300 nacimientos anuales cuando en 2008, antes del inicio de la crisis económica, superó ampliamente el medio millar.

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