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Las ingenieras piden paso

Cuatro profesoras e investigadoras ligadas a estas titulaciones en el campus de Mieres resaltan la creciente incorporación de mujeres a una rama laboral tradicionalmente masculina

Las ingenieras piden paso

Tradicionalmente, la ingeniería era un mundo mayoritariamente masculino. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta brecha se está cerrando y cada vez son más mujeres las que optan por esta rama académica. La Escuela Politécnica de Mieres, donde se estudia Civil y Caminos, Minas, Forestales y Geomática, no es una excepción. Esta es la historia de cuatro mujeres investigadoras, ligadas estrechamente a las instalaciones universitarias mierenses, que estuvieron inmersas en la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Zenaida Hernández es profesora tanto del grado de Ingeniería Civil como del máster de Ingeniería de Caminos, cuyos títulos también ostenta, además de tener el doctorado. "Llevo vinculada dos años a la Politécnica de Mieres, pero más de quince en el mundo de la investigación", resalta. Entre sus investigaciones lleva temas de carreteras, seguridad vial y desarrollo de productos de sistemas de contención de vehículos. "Siempre me gustó la obra civil y por eso me acabé decantando por la ingeniería, pero nunca me planteé que fuera un mundo de hombres, aunque sí me di cuenta después que el mundo laboral con el que estuve involucrada sí era bastante masculino, pero como mujer siempre fui bastante respetada y escuchada", asegura.

Por ello, Hernández anima a todas las mujeres que tengan inclinación por las ciencias y les atraigan las obras civiles, "a estudiar Ingeniería Civil, abarca un abanico muy amplio de posibilidades y es una carrera que permite ver y valorar el resultado de tu trabajo, además, en el caso de que se inclinen por la investigación encontraran infinidad de temas muy interesantes donde poder realizarse".

A Cristina Allende, ligada al mundo de la Geomática, le ocurre lo mismo que a su compañera. "Antes de acabar la ingeniería, empecé a trabajar en la obra, donde era la única mujer, pero me aceptaron bastante bien", resalta. Desde 2001 está vinculada a la Politécnica de Mieres como docente e investigadora También es doctora. En su caso, sus investigaciones la llevaron a tratar asuntos como el procesado de datos 3D para modelos de contaminación atmosférica, la aplicación de los sistemas de información geográfica al diseño del drenaje sostenible y la teledetección y análisis espectrales aplicados a microbiología. "He trabajado con una temática muy variada", explica. Aunque en la obra era la única mujer, no fue así en la Universidad. "Éramos mayoría mujeres", recuerda, y aconseja a aquellas que se lo estén pensando, "a que se animen, porque la geomática es un campo donde se desarrollan nuevas tecnologías, es muy abierto y considero que apasionante", subraya.

Gloria González estudió Minas en Mieres y, tras hacer un máster en Barcelona, regresó a la Politécnica para hacer el doctorado, con una investigación relacionada con el procesamiento de minerales. Tras la universidad, esta joven mantuvo su labor investigadora, aunque ya en la empresa, concretamente en Arcelor, en el grupo de tecnologías de recursos sostenibles. Tampoco parece notar que la ingeniería sea ya un mundo de hombres, al menos no en su trabajo. "Igual estoy en una situación que no es representativa, porque estamos al 50% entre hombres y mujeres, creo que cada vez estamos más presentes, no hay que tener miedo a meterse en ello, hace falta nuestro talento".

María Castaño también comenzó sus estudios en Mieres, donde hizo Forestales y, tras pasar por un máster en León, volvió a la Politécnica para hacer el doctorado. "Me decanté por la investigación porque se cruzó en mi camino, mi proyecto fin de carrera fue un comienzo de investigación que después amplié relacionada con la biomasa y los cultivos energéticos", destacó. Castaño tampoco apreció en la carrera que hubiera muchos más hombres, "pero ahora sí veo que hay muchas menos mujeres, al menos en mundo forestal, que no en la investigación, donde conozco a muchas mujeres". A pesar de ello, esta investigadora asegura que "nunca tuve problemas por ser mujer; tenemos la misma capacidad para hacer las tareas, independientemente del sexo".

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