"Si algo me gusta es la investigación", reconoció Juan Carlos García Palacio en la presentación de su estudio "Numa Guilhou. Un artífice de nuestra industrialización", un acto que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas, y que fue presentado por el escritor y antropólogo José Ángel Gayol.

García Palacio, que ya ha realizado trabajos sobre mierenses ilustres, como Fray Paulino Álvarez y Diego Suárez Corvín, afrontó el reto, nacido en una tertulia dominical, de llevar a cabo la primera investigación en profundidad de la figura de Numa Guilhou, "que junto con el Marqués de Comillas e Inocencio Fernández (después Figaredo), conformaron el tridente de la industrialización de esta zona", afirmó el historiador Ernesto Burgos. "Lo escrito hasta ahora sobre Guilhou era poco y malo, lleno de errores y manipulaciones", declaró Burgos, que destacó sus convicciones democráticas y protestantes, así como su fidelidad al dinero y a las personas. "Fue un hombre digno de ser recordado, que apostó por Mieres a pesar de que otras iniciativas habían fracasado y que hizo avanzar decisivamente a Fábrica de Mieres".

A continuación, García Palacio reconoció la dificultad de hallar información fiable entre el abundante "corta y pega" cargado de errores e imprecisiones. La obra, que ha llevado seis meses de trabajo y en la que se ha acudido a 260 fuentes documentales, se distribuye en ocho capítulos en los que se detallan los orígenes familiares del empresario francés, la influencia de su religión, el carácter emprendedor que lo trajo a España, sus relaciones sociales y políticas, y su decisiva intervención en Fábrica de Mieres. "Numa Guilhou tenía una inteligencia emocional notable y sabía reconocer la valía de las personas, lo que le ayudó a construir buenos equipos de trabajo", dijo García Palacio, que destacó su amistad con Jerónimo Ibrán. "Gracias a la inteligencia de ambos, Fábrica de Mieres acabó prosperando", aseveró.

Religioso y calvinista

El autor fue desgranando características de Guilhou, como su religiosidad. "Para Numa, como calvinista que fue, la prosperidad económica era una forma de ganarse el Cielo y la reinversión de las ganancias constituía una de sus obligaciones morales", manifestó, al tiempo que reveló la capacidad de adaptación de Guilhou a la realidad católica de España y al tráfico de influencias como modo de hacer negocios. "Numa Guilhou procuró mantener una estrecha relación con la comunidad y destacó por su carácter modesto, discreto y afectuoso", dijo Juan Carlos García Palacio.

El libro, aún pendiente de publicación, cuenta además con abundante documentación fotográfica en la que se compara el pasado y el presente de los lugares más representativos de la obra de Guilhou. El autor elogia en legado de este empresario. "Numa Guilhou fue el único capitalista venido del extranjero que adquirió un sincero compromiso con Mieres y su iniciativa supuso un punto de inflexión en nuestra historia", finalizó el autor.