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La complicada situación del comercio en el concejo

Las asociaciones de Langreo, en dificultades: Acoivan, sin relevo, y Acosa, en disolución

Los comerciantes de Sama votan hoy la liquidación de su colectivo Marcelino Tamargo pide "gente nueva e ideas nuevas" para dirigir la entidad

Una concentración en Langreo por los derechos de los autónomos. GEIJO

Las dos grandes asociaciones de comerciantes de Langreo, Acoivan (Asociación de Comerciantes e Industriales del Valle del Nalón) y Acosa (Asociación de Comerciantes de Sama) no pasan su mejor momento. La primera busca un relevo en la dirección que no encuentra, y la segunda celebra hoy una asamblea en la que se someterá a votación la disolución definitiva del colectivo.

Esta tarde, a las ocho, comenzará la asamblea extraordinaria de Acosa que tiene dos puntos en el orden del día. El primero, "someter a la asamblea general la decisión de extinción, disolución y liquidación de la Asociación de Comerciantes de Sama". El segundo, la posibilidad de que los asistentes introduzcan "asuntos de especial relevancia o urgencia dentro del orden del día y en relación con el asunto personal". Por su parte, el presidente de Acoivan, Marcelino Tamargo, indicó que el pasado día 22 concluyó el plazo de presentación de candidaturas a la presidencia de la asociación, sin que hubiese propuestas. "Yo llevo mucho tiempo y se necesita gente nueva, con nuevas ideas y otra forma de hacer las cosas, para reactivar el colectivo y potenciarlo", señaló Tamargo, que eso sí, continuará al frente de la asociación hasta que "puede aparecer un relevo, que es necesario".

La posible disolución de Acosa, y la falta de relevo en Acoivan, llega precisamente en un momento en el que, en muchas ciudades de España, se intentan llevar a cabo campañas de fomento del comercio local y de apoyo a este tipo de comerciantes, que tal y como subraya Marcelino Tamargo "somos los que hacemos ciudad y barrio". Lamenta que no se esté encontrando "relevo en el asociacionismo", porque "es la manera de estar representados y de poder hacer fuerza y plantear nuestras propuestas ante las administraciones". Acoivan llegó a tener más de un centenar de asociados, ahora son algo más de setenta: "Entre la crisis, que hizo mella en el sector, y que es una forma de reducir gastos, los asociados bajan". Tampoco ayudan las administraciones, que "cada vez tienen menos programas de apoyo al pequeño comercio, y cuando hay, suelen ser difíciles de conseguir, con muchos requisitos".

Tamargo considera que el asociacionismo del comercio en Langreo debe "seguir, y estar más vivo que nunca. Para ello hacen falta ideas nuevas, nuevas formas. Y profesionalizar la asociación". Algo que solo se puede conseguir "con la implicación de más comercios y negocios". Esta profesionalización permitiría contratar a gente que dedicase toda su jornada laboral a tareas de "elaboración de campañas, promociones, tratar y solicitar ayudas, visitar a los asociados para conocer sus problemas. Porque al final, los comerciantes deben tener tiempo para su negocios, eso es lo principal".

Tamargo también mostró su convicción de que Langreo necesita un colectivo de comerciantes "fuerte, uno solo, que nos represente a todos y que cuente con la colaboración de la mayoría. Es necesario para ser fuertes, y para que nuestras reivindicaciones se tomen en cuenta de verdad".

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