Ricardo Labra estuvo en la Casa de la Buelga de Ciaño para poner de largo su nuevo libro, "Ángel González en la poesía española contemporánea", un acto que fue presentado por el lingüista y especialista en literatura española contemporánea de la Universidad de Oviedo, Enrique del Teso y organizado por la asociación cultural Cauce del Nalón en colaboración con el Ayuntamiento de Langreo, la Universidad de Oviedo y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

"El origen del libro está en una tesis doctoral dirigida por Araceli Iravedra y leída en la Universidad de Oviedo que tuvo la máxima calificación del tribunal, formado por Luis García Montero y otros destacados especialistas como María Payeras Grau" destacó del Teso, al tiempo que puso de manifiesto la vocación de su autor "de dar respuesta a muchos de los interrogantes que surgen en el intento de acercamiento al poeta".

El volumen se organiza en tres partes, que bien podrían haberse publicado como obras independientes y en el mismo, Labra lleva a cabo un profundo análisis de la poesía de González, explicando "la peculiar reescritura que lleva a cabo de sus propios poemas en poemas posteriores y sobre todo llamando la atención sobre la constante omnipresencia de Juan Ramón Jiménez sobre todo en la obra última de González".

Labra afirmó que "Ángel González es un poeta de retaguardia y su poesía nace de un lento aprendizaje, desde que tuvo una tuberculosis a los dieciocho años y empezó a leer a Juan Ramón Jiménez y a Antonio Machado durante su convalecencia". Eso "marcó a González, se convirtieron en referencias básicas que no podemos obviar si queremos entender el discurrir personal del poeta".

El autor también lleva a cabo un profundo estudio del pensamiento poético de González y analiza los rasgos que conforman y definen la obra del escritor asturiano. "Es un poeta que al leerlo trae de vuelta a los grandes poetas españoles como Bécquer, Gloria Fuertes, Jiménez y otros muchos que están omnipresentes en todos y cada uno de sus poemas" aseveró el investigador.

Según expuso, "todos los poetas estaban politizados e ideologizados, se criticaban por pertenecer a una u otra escuela pero en realidad contra lo que cargaban era contra su ideario, algo que cambió en los años sesenta también en el panorama poético".

"Los poetas del siglo XX se distinguen por su autoreflexividad y en Ángel González hay numerosas poéticas, en la línea de lo que hizo Machado en su momento construyendo dos heterónimos: Abel Martín con el que desarrolla la esencialidad y Juan de Mairena que representa la temporalidad y que según Machado, falleció en Casariego de Tapia, o sea, Tapia de Casariego, lo tenemos muy cerca", añadió Labra. "Ángel González imita a Machado y también a Jiménez", aseveró.