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La caída de habitantes en el municipio

La población extranjera se duplica en Mieres en pleno desplome demográfico

El concejo ya cuenta con 1.710 vecinos de otros países, el 4,5% del censo, mientras que en el año 1996 no superaban el 1,9%

Participantes en un taller de inmigración de Cruz Roja.

Mieres ya tiene menos de 38.000 habitantes. En concreto, el municipio cerró 2019 con un total de 37.959 vecinos censados. El año pasado perdió 469. De ellos, 210 habían nacido en el municipio. Hasta 72 eran naturales de otros concejos asturianos, mientras que Mieres perdió 90 habitantes naturales del resto de España. Este contexto de caída generalizada demográfica con independencia de la procedencia excluye, no obstante, a los extranjeros, que lejos de mermar, incluso aumentaron aunque fuera de manera casi simbólica, con 3 personas censadas más que a principios de 2019.

La población extranjera ha pasado en Mieres del 1,9 por ciento (1996) al 4,5 por ciento (2019). En volumen real el salto ha conllevado pasar en el citado periodo de 992 a 1.710 habitantes foráneos. Desde 1996, por el contrario, el concejo ha pedido más de 14.000 habitantes. Así, el Instituto Nacional de Estadística establece que a finales de 2019 el 63 por ciento (23.982) de los habitantes empadronados en Mieres habían nacido en el propio municipio, el 21 por ciento (8.267) habían llegado desde otros municipios de la provincia, el 10,5 por ciento (4.000) desde otras comunidades autónomas y el 4, 5 por ciento (1.710) eran naturales de otros países.

Los geógrafos consultados por este diario apuntan, a expensas de la necesidad de hacer un estudio más detallado sobre la tendencia, que el incremento del peso demográfico de los extranjeros en Mieres se debe principalmente a dos factores. Por un lado está la propia caída demográfica, que hace que se altere el peso real de los porcentajes. Ahora bien, en el caso de Mieres la población extranjera ha crecido tanto relativa como numéricamente. El otro agente implicado que puede explicar el incremento de la población foránea esta relacionado con la vivienda: "En la periferia del casco urbano se han generado bolsas de infravivienda, con inmuebles en mal estado que llevan tiempo vacíos y con unos costes de ocupación muy bajos". Los expertos consultados por este diario, subrayando el riesgo que implica aventurar efectos causales sin los debidos estudios empíricos previos, apuntan que estos espacios residenciales corren el riesgo de convertirse en focos de marginalidad, al tiempo que generan un efecto "llamada".

Lo que parece verificado es que la oferta de trabajo de calidad no parece el reclamo que Mieres ofrece a la creciente población extranjera debido, simplemente, a "que apenas hay". No parece por tanto que haya relación con el auge de la inmigración que hubo en los años sesenta y setenta del pasado siglo. En se periodo fue cuando se consolidó la numerosa comunidad portuguesa existente en el concejo. "Había trabajo y sólo en Asturias nos reunimos unos 8.000 portugueses", explica Adolfo dos Santos Martins, responsable de la inmigración portuguesa en Asturias. En Mieres quedan actualmente 416 portugueses. "Muchos de nuestros hijos y nietos se ha quedado a vivir aquí y eso ha provocado que gran parte de los jubilados también hayamos optado por permanecer en Mieres", remarca Adolfo dos Santos Martins.

En Mieres, la comunidad portuguesa sigue siendo la más numerosa, aunque, paradójicamente, su tendencia demográfica es bastante similar a la nacional. En el municipio quedan actualmente los ya citados 416 vecinos lusos. El siguiente país de origen más habitual es la República Dominicana, con 190 empadronamientos y una ligera tendencia al alta. El municipio cuenta con 126 marroquíes, 104 rumanos, 91 polacos, 90 cubanos y 68 argentinos.

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