Son pocos, por no decir ninguno, los mierenses que están familiarizados con las fincas que rodean el santuario de los Mártires. En uno de los "praos" que durante décadas han sido ocupados por los romeros que masivamente acuden a la popular romería de Insierto aparecieron muertas ayer dos ovejas. La Guardería del Principado ha confirmado que se trata de un ataque de lobos.
Este ataque llega apenas unos días después de que la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) denunciase la presencia de una importante manada de lobos en la zona alta del valle de Cenera. Los cánidos se han adentrado hasta el que posiblemente sea la localización más turística del concejo de Mieres. Las dos ovejas muertas se encontraban en una finca situada a no más de 200 metros del santuario dedicado a San Cosme y San Damián.
"En lo que va de año entre Mieres, Lena y Riosa los lobos ya se han cobrado más de un centenar de cabezas de ganado, con más de 30.000 euros en pérdidas", apuntan desde Agall. El gran problema es que el pago de daños de fauna salvaje en ganaderías del Caudal se hace de rogar. Según la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu se apunta que en la comarca hay sesenta productores que esperan ya por la indemnización de pérdidas.