Nunca antes unas vacaciones en la comarca habían generado tanta polémica. La visita del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, con sus tres hijos a Felgueras (Lena) no terminó bien. La pareja se fue después de que aparecieran pintadas -"Coletas rata"- y un bar de la localidad sufriera un boicot por atenderlos. Las redes sociales ardieron. Con críticas pero, sobre todo, con apoyos. Y, entre tanto ruido, el Vicepresidente se ha hecho oír. Pablo Iglesias escribió una despedida en Facebook: "Gracias a la gente de Felgueres", afirmó. Aunque también dejó claro que "lo que hace la extrema derecha a nuestra familia es grave". La Guardia Civil confirmó ayer que no hay ninguna denuncia formal presentada sobre lo ocurrido en Felgueras durante el fin de semana.

De momento no hay denuncia, pero desde Podemos Asturias piden que se actúe. El diputado autonómico Rafael Palacios emplazó ayer al Ministerio de Interior a que investigue los hechos y los mensajes en las redes sociales. Fue una usuaria de Twitter, identificada como "Sol" y cuya cuenta ha sido eliminada, la primera que alertó del lugar en el que se encontraban Pablo Iglesias e Irene Montero. La pareja en ningún momento quiso hacer declaraciones a los medios: "Son cargos públicos, pero también son personas que tienen derecho a descansar", indicó Palacios, que calificó de "brutal" la persecución que llevan sufriendo los dirigentes de Podemos "por parte de la extrema derecha".

Lo ocurrido en Felgueras, al menos lo que ha trascendido, fue la aparición de una pintada a la entrada de la carretera: "Coletas rata". También un "boicot" al bar del que fueron clientes los miembros de la familia durante su estancia en la localidad lenense. Además, simpatizantes de Vox -al menos, así se autodefinieron en Twitter- compartieron en redes sociales fotografías con banderas de España y llamaron a una "cacerolada".

Unos hechos que Iglesias calificó de "graves", pero llamó a ponerlos "en su contexto". "Hay gente que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política. No es nuestro caso", afirmó. Hizo referencia a sus hijos, asegurando que "no hay derecho a que tengan que sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres". Pero, matizó, "hay millares de niños en situaciones mucho más vulnerables. No va conmigo el victimismo".

Bonitas palabras, eso sí, para los vecinos de Felgueras. "Gracias a Enrique y a su familia por ser los mejores anfitriones, gracias a Ramón, minero jubilado y rojo que está orgulloso de que su hijo sirva en la Guardia Civil y que hizo que mis hijos vieran por primera vez gallinas, patos, ocas y caballos", escribió Iglesias en su perfil de Facebook. Y a Casa María, el restaurante del pueblo: "Gracias por traernos a casa la mejor fabada que hemos comido nunca. Gracias a la gente de Felgueres".

Y, tras lo ocurrido, también tuvo palabras de agradecimiento para tantos apoyos: "A todos los compañeros y no compañeros que nos han escrito y se han solidarizado. Gracias a los policías que nos acompañan cumpliendo su labor con la mayor profesionalidad y el mejor trato humano. Gracias a toda la gente que nos ha ofrecido su casa. Gracias a todos los que no se dejan intimidar por la ultraderecha", señaló Iglesias.

En las redes sociales, personas anónimas ofrecieron una vivienda para las vacaciones de la familia. Un gesto que la propia ministra de Igualdad agradeció. "Saben que solo con miedo y odio pueden frenar el avance de la democracia y los derechos sociales. Su agresividad es su debilidad", afirmó.

En el plano político, los apoyos también han sido contundentes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que "el acoso, las amenazas y los insultos no tienen cabida en nuestra sociedad. Frente al odio y la intolerancia siempre defenderemos el respeto, la democracia, la libertad. Mi cariño y solidaridad a Pablo Iglesias e Irene Montero". El presidente del Principado, Adrián Barbón, aseguró que "las faltas de respeto, los insultos y el acoso son, para mí, inadmisibles". La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, escribió: "Quiero trasladar mi solidaridad al Vicepresidente y la Ministra de Igualdad por el acoso que sufren en su vida privada. Este tipo de actitudes no son admisibles en democracia". El secretario general del PCE, Enrique Santiago, dueño de la casa de Felgueras, dijo en la Cadena Ser que la Fiscalía "no hace nada", que son "decenas" las denuncias ya puestas y pidió que se actuara "de oficio".