La culminación de las obras de saneamiento en el parque de Redes, cuyo proceso inició la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) meses atrás con la licitación de la redacción del proyecto, no cuenta, de momento, con financiación disponible. Fuentes del organismo de aguas señalaron que "no está definida la financiación futura de las obras, al no estar declaradas de interés general del Estado". Hace cinco años se hablaba de una inversión de dos millones de euros para estos trabajos, una quinta parte de lo que se había planteado cuando se puso de manifiesto la necesidad de llevar a cabo las obras. Así que está por ver cuál va a ser el montante que se llevarán finalmente estos trabajos. El proyecto se realizará de forma coordinada con el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Caso.
Esta situación hace que en la actualidad no se pueda hablar de plazos para ejecutar la segunda fase del saneamiento de los pueblos de Redes, una obra que acabará con los vertidos a los embalses de Tanes y Rioseco. Eso sí, el organismo de aguas ha seguido con el proceso tras adjudicar, hace unos días la redacción del proyecto por 82.207,4 euros. La empresa adjudicataria tendrá once meses para desempeñar este trabajo, tal y como consta en los documentos de adjudicación.
A pesar de no ser unas obras declaradas de interés general del Estado, los trabajos se enmarcan dentro del programa de medidas del plan hidrológico de la demarcación hidrográfica del Cantábrico occidental 2016-2021. Tal y como explicaron desde el organismo de aguas, el proyecto prevé dotar de saneamiento, a una población de unos 500 habitantes asentada en varios núcleos rurales sobre el eje constituido por la carretera AS-17, que une Avilés con el puerto de Tarna. Se trata de los pueblos de Tarna, Pendones, La Foz, Bezanes, Soto, Belerda y Beneros. Para ello, "se estima necesario proyectar y construir instalaciones de mejora y optimización de los sistemas actuales de saneamiento de Tarna y de Pendones".
Igualmente, se agruparán los saneamientos de La Foz, Bezanes, Soto y Belerda en un punto adecuado aguas debajo de Soto, y se diseñará un tratamiento adecuado a la población recogida y a las condiciones del medio receptor, el río Nalón. Para ello "será necesario proyectar unos 3 kilómetros de colector de pequeño diámetro y un sistema de saneamiento compacto de última generación acorde a la población recogida y a las exigencias de vertido". Finalmente se proyectará la conexión de Beneros al colector general del Nalón en Campo de Caso. Con la ejecución de esta obra, aseguran, "se completaría el saneamiento de una zona sensible para el abastecimiento a la población como es el entorno del embalse de Tanes, una infraestructura básica en el suministro de agua a la zona central de Asturias".
La diferencia de inversión, que pasó de diez a dos millones de euros venía explicada porque el planteamiento inicial, con una depuradora a pie de embalse que recogiera los vertidos, era costosa y poco recomendable para el medio ambiente, al tener que colocar ocho kilómetros de tubería por el parque natural de Redes. A la vista de esto, los técnicos decidieron realizar el saneamiento en cada localidad de origen, con lo que el coste iba a ser mucho menor y se evitaría el impacto medioambiental de los trabajos.
La primera fase de las obras del saneamiento en el parque de Redes se centró en nueve pueblos ubicados en el concejo de Caso -Tanes, Abantro, Prieres, Govezanes, Bueres, Nieves, Orlé, Coballes y Campo de Caso-, además de reforzar el sistema de depuración de aguas de Rioseco. Los trabajos concluyeron en 2015, tras cuatro años de obras. En aquella ocasión supusieron una inversión de diez millones de euros que fue costeada por el Principado con cargo a los fondos europeos Feder.
El proyecto para el saneamiento en el parque de Redes nació en el año 2008 de un acuerdo firmado entre los gobiernos central y regional, presididos entonces por los socialistas José Luis Rodríguez Zapatero y Vicente Álvarez Areces, respectivamente. Este plan, como poco después reconoció el Interventor General del Estado no fue más que papel mojado al carecer de la correspondiente dotación presupuestaria, con lo que fueron solo un conjunto de intenciones.
Así que la iniciativa no se retomaría hasta el año 2012, ya con el popular Mariano Rajoy presidiendo el Gobierno central. Tras varias reuniones con representantes del Ejecutivo autonómico, el entonces ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aceptó incluir los proyectos dentro del plan hidrológico.
