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Luz verde, tras tres años de trámites, al proyecto europeo para limpiar la mina La Soterraña

La explotación lenense contiene mercurio y arsénico, que pueden extenderse por la zona

Instalaciones de la antigua mina de La Soterraña, en Lena. FERNANDO RODRÍGUEZ

Paso definitivo en uno de los proyectos medioambientales más ambiciosos de Europa. El Principado de Asturias ha dado luz verde al proyecto "SubProducts 4LIFE", un plan europeo para iniciar la descontaminación de la clausurada mina de mercurio de La Soterraña, en Lena. El proyecto lleva ya unos años sobre la mesa, a la espera de conseguir todas las licencias: "El trabajo de la Administración regional ha sido diligente, pero se trata de un proyecto de calado y ha requerido de una minuciosa tramitación", explicó Estefanía Díaz, directora técnica del proyecto.

Las entrañas de La Soterraña, en el valle de Muñón (Lena), guardan "importantes" reservas de mercurio y arsénico, los contaminantes que tantas vidas arrebataron durante su explotación. Lleva más de medio siglo cerrada, pero, aun así, según las investigaciones realizadas, los productos siguen en el subsuelo y podrían contaminar el valle a través de las aguas de escorrentía.

El proyecto "SubProducts" es único en el mundo por su metodología. Lo primero que aclara Díaz es que no se trata de una descontaminación en sí, sino de un "fijamiento" de los contaminantes a la tierra. ¿Cómo lo harán? Los técnicos utilizarán entre 15.000 y 20.000 toneladas de escorias de acerías y altos hornos. También cenizas de combustión de carbón y yesos generados en las eléctricas, siempre procedentes de plantas con sede en la región. "Nunca antes se ha procedido a este fijamiento de contaminantes a gran escala, pero ha dado buenos resultados en las pruebas del laboratorio", confirmó Estefanía Díaz.

Para la puesta en marcha a gran escala contarán con cuatro zonas piloto: tres en la mina lenense y otra en El Terronal (Mieres). El proyecto está abanderado por la Universidad de Oviedo y cuenta con fondos europeos y con apoyos de iniciativas privadas. Se presentó en el verano de 2017, en un encuentro al que estuvieron invitados los responsables del Ayuntamiento de Lena -que también colabora en la tramitación- y vecinos de la zona. Precisamente, entre los habitantes del valle de Muñón es donde más polémica ha generado este proyecto: "No tenemos suficiente información y no sabemos si el valle se estropeará aún más", clamaron.

Temen que el traslado de escorias a la zona cause un dañino impacto visual y medioambiental. No será así: "Por eso los permisos se han tramitado durante tanto tiempo, para garantizar la seguridad y la preservación del entorno en La Soterraña y en El Terronal", confirmaron fuentes conocedoras del proyecto.

Ahora solo falta un paso más para que comiencen los trabajos sobre el terreno de la explotación lenense. Puro trámite administrativo que los responsables del proyecto esperan tener en sus manos lo antes posible: el visto bueno de la Unión Europea. Los trabajos en las dos minas asturianas, según la información recogida en el proyecto inicial, se alargarán durante dos años. La previsión es que, si todo sale según lo planeado, esta metodología de "anclaje" de contaminantes en el subsuelo se replique en otros países con tradición en el sector extractivo, como Alemania y Polonia.

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